–¿Cómo evalúa la actuación de la Metropolitana?
–Se han dejado desprotegidas las estaciones y no hay puestos fijos, porque la policía realiza patrullajes en el tren, suben y bajan de los vagones. Eso es lo que hace que no haya controles en las estaciones. Y por eso, para nosotros la situación es preocupante porque Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) no cumplió con el blindaje de todas las boleterías como se había comprometido. Recién comenzaron la semana pasada con la primera estación de la Línea B, la de Medrano. Nuestro planteo es que el blindaje se realice lo más rápido posible porque las estaciones siguen desprotegidas. Lo único que hicieron fue poner vigiladores privados, pero no están en todas las boleterías y, además, tienen prohibido hacer seguridad porque es un espacio público. No pueden detener a nadie, solo pueden vigilar y si ven algo avisarle a la policía. Ya hubo casos de delitos, en que lo único que hicieron fue pedirle el teléfono al boletero para avisarle a la PM, porque no pueden intervenir.
–En relación a la seguridad, ¿cuál es el problema más grave?
–Lo principal es blindar las boleterías, porque así se solucionaría en gran medida el tema de la seguridad de los trabajadores. Según lo que nos informó Sbase, hasta ahora lo que hay son cien parejas de policías divididos en tres turnos, 40 a la mañana, 40 a la tarde y 20 a la noche, para controlar las estaciones.
–Ustedes, ¿a quién le hacen los reclamos por la seguridad?
–A Metrovías y a Sbase, porque eso tiene que ver con el contrato de concesión, que dice que la seguridad la debe garantizar Sbase, pero Metrovías cumple el papel de intermediario. Por eso, se lo planteamos a la concesionaria para que le llegue a Subterráneos de Buenos Aires.
–Entonces, ¿nada cambió?
–La seguridad sigue tan complicada como antes y lo único bueno que se hizo fue blindar una boletería.
