“Ya perdí la esperanza de que Rodríguez Larreta nos dé información sobre lo que le estamos pidiendo. Imaginaba su respuesta evasiva. Es común en él”, dispara la jefa del bloque K, Gabriela Alegre, al día siguiente del informe de gestión que el jefe de Gabinete porteño ofreció el último martes en el Palacio Legislativo. Es que durante el ping pong de preguntas Larreta evitó responder a la jefa kirchnerista que le pidió precisiones sobre el calendario electoral del año que viene y apuntó, concretamente, a si Pro unificará las elecciones porteñas con las nacionales.
“Buscaba saber si los porteños votaremos seis veces en 2015 y también si ya tendremos boleta única, porque la ley no está reglamentada”, punzó.
En la contratapa del semanario Noticias Urbanas, Alegre habló del affaire Boudou, el futuro del kirchnerismo, el fin de ciclo, las dificultades que encuentra el oficialismo a la hora de construir un espacio en la Ciudad, la competencia con Unen y el desafío de 2015.
Una entrevista en la que no fluyó fácilmente el diálogo pero en la que, sin embargo, legisladora respondió sin evasiones todas las preguntas.
–El ministro Randazzo afirmó que Boudou le hace mal al país, ¿coincide o discrepa?
–A Boudou los medios ya lo juzgaron previamente a la investigación judicial y este es el problema. Porque aquí hay que respetar los tiempos de la Justicia. No quiero adelantarme. Su investidura es lo suficientemente relevante como para no disparar comentarios al azar, ni apresurar los tiempos. Aún nadie lo condenó.
–Pero supongo que si lo condenan debería renunciar.
–Bueno, si eso llegara a suceder, sí. Pero con los tiempos que tiene la Justicia, tal vez ya no esté en el poder, si pasara.
–¿Cree que afecta el caso a la imagen del Gobierno nacional?
–No lo creo. A la gente que valora lo que hemos hecho en esta década, la ampliación de derechos y lo que hemos avanzado, no le afecta el caso Boudou. Creo además que los medios le han dado más espacio e importancia de lo que el tema merece. Y que usan el caso para desacreditar al Gobierno.
–Larreta destacó en la Legislatura la buena sintonía con el Gobierno nacional, pero ahora usted dice que le no sorprende que él no le haya respondido.
–Sí, no tenía esperanzas de que me brindara información. Era importante saber si íbamos a tener boleta única el año que viene. Porque, si así fuere y aunque las elecciones se unificaran, tendríamos dos urnas –una por la Nación y otra por la Ciudad– en el caso de que la ley que impulsa la boleta única se reglamente. Es importante saberlo, además, porque, de lo contrario, tendremos que votar seis veces en 2015.
–¿Democratiza la boleta única?
–Hace más visibles a los candidatos, para bien o para mal.
–¿Fin del poder o fin de ciclo?
–No creo en el fin de ciclo. Creo que Cristina deja el poder en 2015 y cualquiera sea su lugar seguirá conduciendo este movimiento que ha nacido en 2003. Por lo demás, hay muchos candidatos para continuarla.
–¿La representa Scioli?
–Scioli es representativo de un sector y, llegado el caso, podría tener un vicepresidente representativo de otro sector. Además, el candidato que fuere iría rodeado de diputados y senadores de los diversos sectores del oficialismo. A eso habría que sumarle la provincia de Buenos Aires. En una palabra, la propuesta del kirchnerismo es amplia y Scioli competirá en 2015 desde el lugar que le toque.
–¿Por qué Sergio Massa tiene, aún hoy, un 30 por ciento de votos kirchneristas?
–¿Quién dice eso?
–Las encuestas que tiene el Gobierno.
–A mí no me consta. Y no creo que sea así. De todos modos, si algún voto tiene del kirchnerismo debe ser de gente confundida a partir de que él estuvo en el Gobierno. Es un candidato vacío. Siempre han surgido construcciones mediáticas así, que luego se caen. Sucedió con De Narváez y pasará lo mismo con Massa. Responde lo que la gente quiere escuchar y así construyó su candidatura. Es cartón pintado.
–¿Cómo explica el éxito político de Pro en la Ciudad y por qué el kirchnerismo, aún en su momento de gloria, no pudo conquistar a los porteños?
–La respuesta es compleja. Por un lado, los sectores medios y altos de la Ciudad –los mismos que votan a Macri– históricamente se han sentido amenazados por el peronismo. Y el kirchnerismo es la expresión actual del peronismo histórico. Por otro, la Ciudad siempre vota refractariamente al resto del país. Así ha construido su identidad. Finalmente, Pro se ha beneficiado del crecimiento económico del modelo nacional y también ha tenido algunas buenas políticas.
–¿Y no hay responsabilidades propias?
–¿Responsabilidades propias? Bueno, en todo caso no creo que hayan sido de los candidatos. Por ejemplo, Filmus ha sido un excelente candidato. Por otra parte, en las dos últimas elecciones nos ha ido mucho mejor, teniendo en cuenta, justamente, que la Capital no es un territorio fácil.
–¿Unen los complica en la Ciudad?
–¿En qué sentido?
–Ambas son propuestas progresistas.
–¿Progresista Unen? ¡Por favor! Es un rejunte que va desde la derecha recalcitrante a alguna gente que viene de la izquierda. Ya ni se sabe qué es. Carrió hace rato ha dejado de ser progresista. No creo que haya ninguna confusión posible con el proyecto nacional y popular instalado desde hace una década en el país.
–¿Podrían juntarse Macri y Unen?
–Y… podría ser, eh. Aquí en la Legislatura están muy unidos.
Punto por punto
• Ocupación: Legisladora porteña, jefa del bloque K.
• Estado civil: En una relación.
• Hijos: Dos, de 27 y 26 años.
• Barrio porteño: Boedo.
• Esquina porteña: Conde y Echeverría.
• Perfume: Addict, de Christian Dior.
• Un restorán: Cantina Rondinella (Palermo).
• Un libro: El fin de semana (Bernhard Schlink).
• Una figura histórica: Eva Perón.
• Una frase: “A los jóvenes les digo que transgredan” (Néstor Kirchner).