En 1916 las tropas de los Estados Unidos invadieron México en busca de Pancho Villa. Luego de seis meses de búsqueda frenética, en donde sobraron los abusos sobre la población, el ejército yanqui debió volver sobre sus pasos sin tener ni la más remota idea del paradero del revolucionario mexicano. Un refrán popular definió las causas del tremendo fracaso de las tropas del gran país del norte de la siguiente manera: “Es que Pancho Villa está en todas partes y en ningún lado”.
La sutileza exquisita de la definición sirve a la perfección para explicar la causa de las pinchaduras ilegales de teléfono que involucra al Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. Ya que, a medida que el tiempo transcurre y las resoluciones de los jueces se multiplican, la verdad parece estar en todos lados y en ninguno a la vez. Y un claro ejemplo de las idas y venidas que tuvo la investigación judicial es el fallo que la Sala I de la Cámara Federal porteña, que integran los magistrados Jorge Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, dio a conocer el jueves de la semana pasada, en el que confirmó lo dictado por el juez federal Sebastián Casanello, acerca de que Macri no debía ir a juicio oral.
En una resolución de ocho páginas, los camaristas avalaron lo actuado por el titular del Juzgado Federal número 7 al confirmar “el punto de la resolución, en cuanto declara la nulidad parcial del decreto en lo que atañe al cierre de la instrucción respecto de las conductas atribuidas a Mauricio Macri, y en consecuencia, la nulidad de los requerimientos de elevación a juicio”. En su fallo, la Cámara aceptó el criterio de Casanello de que restan realizar medidas de prueba referidas al rol del Jefe de Gobierno en el delito que se le atribuye, por lo que, sin desprocesarlo, decidió no mandarlo al banquillo.
La resolución de los camaristas no llamaría la atención de nadie si no fueran los mismos jueces que avalaron en varias oportunidades el procesamiento que dictó contra Macri el juez de primera instancia Norberto Oyarbide. Estos tres camaristas son los mismos que avalaron la acusación de Oyarbide, quien en mayo de 2010 procesó al Jefe de Gobierno por el delito de integrar una asociación ilícita montada desde la estructura del Gobierno de la Ciudad para pinchar líneas telefónicas y hacer trabajos de espionaje. Concretamente, el magistrado acusó al ingeniero por las pinchaduras de los teléfonos de Sergio Burstein y de Néstor Leonardo.
Meses después, la Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento y señaló que Macri “conoció y prestó su consentimiento para instalar, en el ámbito del Gobierno porteño, un aparato de inteligencia prohibido, del cual se habría servido”.
Para que la sorpresa fuera completa faltaba un dato. El secretario de la Sala I de la Cámara Federal que avaló el procesamiento no es otro que el actual juez de la causa, Sebastián Casanello, quien en octubre de 2012 reemplazó a Oyarbide y se opuso a lo ordenado por su predecesor sobre el cierre de la investigación y su elevación a juicio oral, dictaminando que la etapa de instrucción todavía no había concluido y que, por consiguiente, había que tomar nuevas declaraciones y recolectar nuevo material. Agregando que, por ende, Macri no debía ir a juicio oral. Todo eso quedó resumido en un fallo de 117 páginas que dio a conocer a fines de marzo en el que aseguró que la acusación contra el Jefe de Gobierno se “sostuvo casi exclusivamente en su posición de vértice dentro de la estructura burocrática de su gobierno, y esta carencia de pruebas ubica al imputado en el difícil lugar de demostrar que algo no ha ocurrido, lo que desde antaño se conoce como prueba diabólica”. Y criticó a Oyarbide al señalar que la decisión de este magistrado de enviar a Macri a juicio oral fue “apresurada”.
Pero a pesar de que tanto en el pasado para procesarlo como en el presente para no enviarlo a juicio oral, Casanello y los camaristas volvieron a coincidir en sus fallos recientes en mantener el procesamiento de Macri. Este último dato no hace más que agregar más confusión al accionar judicial.
El fallo de Casanello fue apelado de inmediato por el fiscal federal Jorge Di Lello y por el titular de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, quienes le recordaban al magistrado que el procesamiento que le dictó Oyarbide al Jefe de Gobierno fue confirmado tanto por la Cámara Federal porteña como por la Cámara de Casación, dos instancias superiores que avalaron todo lo actuado por el juez de primera instancia. El propio Burstein recordó que Casanello, por ser secretario de la Sala I, había avalado el procesamiento.
El interrogante que cae de maduro al analizar lo actuado por Casanello y ahora por los camaristas es por qué los magistrados fallaron lo opuesto a lo que habían resuelto antes, si las pruebas que existen en el expediente son las mismas. En la nota de tapa titulada “El pacto secreto” que el semanario Noticias Urbanas publicó el jueves 29 de mayo se encuentra una parte importante de la respuesta: el acercamiento entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri que se vivió en el último tiempo no es ajeno a los fallos judiciales. En esa nota, un operador judicial que conoce la causa de las escuchas corroboró ante este medio que el acercamiento entre Nación y Ciudad repercutió en los tribunales. “La actitud de Casanello es inexplicable en términos jurídicos y solo se puede entender por motivaciones políticas o de otra índole. Porque él no era un juez que no tenía nada que ver con el caso de las escuchas y que por azar le tocó reemplazar a Oyarbide. Él antes fue el secretario de la Cámara Federal que avaló el procesamiento de Macri y todo lo hecho por Oyarbide, pese a las apelaciones que la defensa del ingeniero presentó ante los camaristas. Por eso, todos los indicios apuntan a una especie de acuerdo entre el kirchnerismo y el macrismo para beneficiar al jefe de Gobierno. Esa tesis está reforzada por el aval político que La Cámpora le brindó a Casanello para llegar a ser juez federal”, explicó el letrado.
Entrevistado por NU, el propio Burstein (ver recuadro “Los camaristas borran con el codo lo que escribieron con la mano”) avaló esta información al señalar que era evidente que existe un acercamiento entre Cristina y Mauricio. Y fue más allá al decir que los jueces federales acomodaban sus fallos a los nuevos tiempos políticos y a los que estaban por venir, al subrayar que ahora que existe la posibilidad de que Macri sea presidente, la Justicia lo salva y hace todo lo contrario a lo que hacía antes, cuando sus chances electorales eran muy distintas.
La resolución de la semana pasada de Ballestero, Freiler y Farah no hace más que sustentar los datos sobre un acuerdo político. “Es imposible pensar que tanto Casanello como los camaristas salvan a Macri del juicio oral sin que eso sea producto de un acuerdo entre el kirchnerismo y el macrismo, ya que de no ser así no se entiende cómo hasta hace poco lo consideraban culpable y ahora no. Ningún magistrado borra con el codo lo que escribió de su puño y letra y, por consiguiente, está archivado y es de conocimiento público, si no existe algún tipo de presión a su alrededor”, le señaló a Noticias Urbanas un funcionario del fuero federal.
Es más, según las fuentes consultadas por este medio para la nota sobre “El pacto secreto”, los acuerdos entre el macrismo y el kirchnerismo “exceden la cuestión de las pinchaduras de teléfonos y están más relacionados con temas políticos puntuales que favorecen a ambos, esa explicación es la única que cierra si se quiere analizar lo hecho por el juez federal y los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal”.
Con base en los resultados favorables obtenidos por la presentación que hicieron ante la Cámara Federal, los abogados de Macri, Santiago Feder y Ricardo Rosental, van por más y pedirán el desprocesamiento de su defendido por considerarlo totalmente inocente en la causa de las escuchas. Asimismo, y luego de que pase la feria judicial de invierno, Burstein volverá a apelar el fallo de la semana pasada.
Lo que está claro es que la verdad no puede estar en dos lados a la vez: o Macri era culpable antes o es inocente ahora, pero no las dos cosas al mismo tiempo. Los errores de la etapa de instrucción a cargo de Oyarbide no son desconocidos para nadie que siguiera el caso, así como tampoco las implicancias de ciertos exintegrantes de la Policía Metropolitana en tareas de espionaje. Esta coctelera provoca vaivenes y todo indica que no es otro que el poder político el que decide para qué lado debe moverse el péndulo. Pero la única perjudicada por estos frenéticos ajetreos no es otra que la verdad.
DIEGO RICHARDS, ABOGADO DEL FINO PALACIOS
“El fallo era esperable”
El abogado de los dos ex jefes de la Policía Metropolitana, Jorge “el Fino” Palacios y Osvaldo Chamorro, dialogó con Noticias Urbanas sobre el fallo de la Cámara Federal.
–¿Qué opina del fallo de la Sala I?
–Era esperable porque tienen razón al sostener que no hay pruebas suficientes para mandar a Macri a juicio oral. Aunque me hubiera gustado que tanto el juez Casanello como los camaristas primero se hubieran pronunciado sobre la situación de Palacios.
–¿Este fallo cambia en algo la situación de Palacios?
–Procesalmente no cambia nada, pero sustancialmente sí. Porque la Cámara, de alguna forma, está desacreditando los motivos que llevaron esta causa hasta el juicio oral. Los camaristas dicen que habría que indagar los verdaderos motivos por los cuales se interceptaron los teléfonos de Burstein y Leonardo.
–Eso es llamativo, porque la Sala I antes falló siempre en contra de Macri, avalando los procesamientos de Oyarbide, ¿por qué cree que ahora no lo mandan a juicio oral?
–La verdad es que eso habría que preguntárselo a ellos. Lo único que yo puedo constatar son las resoluciones anteriores de los camaristas con la actual.
–¿Este cambio de posición refuerza el argumento de un acuerdo K-Pro?
–No puedo opinar sobre eso porque lo desconozco.
–Según usted, no existió una estructura dedicada a pinchar teléfonos.
–En la causa se dice que la intercepción de líneas comenzó ocho meses antes de que Macri fuera jefe de Gobierno, por eso la Cámara le dice a Casanello que debe profundizar en las verdaderas causas de esas pinchaduras, que para mí están muy alejadas de la estructura del Gobierno porteño. Y, por ende, tanto Macri como Palacios y Chamorro son ajenos a ellas.
–Pero existía una relación entre Palacios y Ciro James.
–La relación fue desde mayo de 2007 y solo se debió al ingreso de James a la Metropolitana. Pero las pinchaduras vienen de antes, cuando no tenían contacto entre sí.
“Mauricio Macri es inocente”
Noticias Urbanas dialogó con un abogado que trabaja en la defensa de Mauricio Macri para conocer su opinión acerca del fallo de la Cámara Federal. El letrado puso una sola condición, hablar en off the record. Y lo que dijo se reproduce textualmente:
“El fallo de la Sala I de la Cámara Federal sigue la misma línea de lo actuado por el juez federal Sebastián Casanello. El juez Casanello opinó totalmente distinto a lo expresado por el juez federal Norberto Oyarbide de cerrar la etapa de instrucción y por eso ordenó que se siguiera investigando”.
“Actualmente, en la causa se sigue produciendo prueba y por eso declararon el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y el exjefe de la Policía Federal Adrián Pelacchi, quien ahora se dedica a la seguridad privada. Este último comentó que a través de su empresa le brindó sus servicios a Franco Macri. Esa declaración sirve para avalar la línea de investigación por las escuchas que sufrió Néstor Leonardo, que siempre apuntó contra Franco. A pesar de esas declaraciones, Oyarbide nunca profundizó en esa dirección. Por eso, el testimonio de Pelacchi fue relevante, ya que dijo que trabajó para Franco, pero no para Mauricio. Y lo desvinculó de contratar cualquier servicio de seguridad privada. Macri no tuvo nada que ver con el sistema de seguridad que contrató su padre para proteger a la familia. El propio Franco presentó dos escritos donde confirma el hecho. Ahora, eso también fue corroborado por Pelacchi”.
“Con el testimonio de Montenegro, quedó claro que Macri no tuvo nada que ver con el armado de la Policía Metropolitana (PM), sí participó en el perfil político que debía tener la fuerza, pero los que decidieron quiénes la iban a integran fueron Montenegro y los exjefes de la PM el Fino Palacios y Osvaldo Chamorro”.
“Luego del fallo de la Cámara Federal vamos a pedir nuevas pruebas, aunque estamos convencidos de que no hacen falta, porque en la causa está totalmente comprobado que Macri es inocente”.
SERGIO BURSTEIN, DE LA ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE LAS VÍCTIMAS DE LA AMIA
El titular de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, dialogó con Noticias Urbanas y volvió a acusar a Macri por la pinchadura telefónica que sufrió.
–¿Cómo analiza el fallo de la Cámara Federal?
–No es un fallo jurídico, es absolutamente político. A mí ya no me sorprende que borren con el codo lo que escribieron con la mano. Porque hace tres años y medio, ellos confirmaron el procesamiento de Macri con una contundencia absoluta, y en ese momento el secretario de la Cámara era Casanello. Ahora solo copiaron y pegaron el fallo de hace unos meses de su exsecretario, que decía que Macri no debía ir a juicio oral.
–¿A qué cree que se debe este cambio de opinión por parte de los jueces?
–Lo que pasa es que esto ocurrió hace tres años y medio, cuando Macri no era candidato a presidente. Ahora que Macri es candidato, algunos jueces federales mueven sus fichas para ubicarse de la mejor manera para lo que viene. El fallo es político, porque no hay que olvidarse de que lo procesaron por formar parte de una asociación ilícita. Que los jueces me expliquen a quién, además de a Macri, le importaba pinchar mi teléfono. Solo un bebé de tres años puede creer la reciente declaración judicial de Montenegro de que él, y no Macri, nombró a Palacios al frente de la Policía Metropolitana. Es como decir que Cristina no tiene injerencia en el nombramiento del jefe de la Policía Federal. Y además, que también me expliquen qué hacía Ciro James con casetes retirados de la SIDE en Barrio Parque, cerca de la casa de Macri.
–¿Cree que el fallo confirma que existe un acuerdo entre Cristina y Mauricio?
–Lo que es evidente es que existe una distensión en la relación entre ambos. La propia Presidenta fue la que dijo que ahora habla y llama a Macri. Al menos no existe la tensión que existía antes. Pero Cristina deber recordar que fue Macri el que dijo que la causa se la había armado Néstor [Kirchner] y agregó que había que tirar a Néstor por la ventana. A raíz de esta distensión, los jueces se cuidan y juegan políticamente en detrimento de las víctimas con fallos que se acomodan al momento actual.
–O sea que, además de a la Cámara, usted critica al juez Casanello.
–Las medidas de prueba del juez son tan absurdas que parece que lo único que pretendieran es limpiar a Macri del proceso, no sumar pruebas en su contra. Pero no hay que olvidar que durante cuatro años todas las pruebas apuntaban contra Macri y por eso lo procesaron. Las pruebas eran más que suficientes para procesarlo, pero ahora evitan que vaya a juicio oral para que estas no se expongan y termine condenado. Por eso lo quieren despegar.