El gobierno de Julio Grondona al frente de la Asociación del Fútbol Argentino empezó como terminó: abrazada al poder. En 1979, cuando la dictadura militar de Videla, Massera y Agosti transitaba su tercer año, fue el represor Carlos Lacoste quien se ocupó de nombrarlo como presidente de la institución que aglutina al fútbol argentino. Lacoste fue presidente de la Nación durante once días, entre las administraciones de Viola y Galtieri. También ocupó el cargo de ministro de Desarrollo Social durante el Proceso de Reorganización Nacional.
En 1983, Grondona, quien estaba afiliado al radicalismo, rechazó la posibilidad de ser candidato a intendente de Avellaneda. “A la AFA no la cambio por nada”, dijo. Meses después llegaría la apertura democrática, tras el triunfo de la UCR a nivel nacional, de la mano de Raúl Ricardo Alfonsín.
Cinco años después, ya con Carlos Menem en el poder, Grondona resistió un pedido de intervención a la AFA efectuado por River , Racing y San Lorenzo.
Su cercanía con el ex presidente le valió a la hora de detentar poder ante los futbolistas, quienes en mayo de 1997 se declararon en huelga. El propio Menem recibió al pope del fútbol nacional en la quinta de Olivos, en un claro gesto de apoyo. Durante el encuentro debatieron sobre la crisis que enfrentaban las ligas del interior.
Una vez llegados los Kirchner al poder, poco a poco, “Don Julio” siguió apostando por su perfil “oficialista del que esté”. Y una vez más, en 2006, la política volvió a tenderle los brazos ante un nuevo paro en los estadios, a raíz de los hechos de violencia que se vivieron en ese entonces. El propio Néstor Kirchner operó en favor de Grondona.
Tres años después, con Cristina Kirchner al mando en Balcarce 50, el oriundo de Sarandí oficializó la ruptura del contrato que ligaba a la AFA con la empresa del Grupo Clarín, Torneos y Competencias, cediéndole así los derechos de transmisión del fútbol al Estado. Fue entonces cuando, en agosto de 2009, nació el polémico programa “Fútbol para todos”.
Tras el fallecimiento de Néstor Kirchner, en octubre de 2010, por decisión de Grondona, el Torneo Clausura llevó el nombre del expresidente. “Kirchner entendió cómo se podía colaborar con el fútbol”, explicó el difunto dirigente al dar detalles de los motivos del homenaje.
Este miércoles 30 de julio, el mandato de Julio Humberto Grondona llegó a su fin. Como su vida. Tal vez, la frase que mejor explique su forma de pensar y sentir el poder sea la siguiente, cuando alguna vez dijo: “El poder no es mío. Me lo dan. Los demás sienten que tengo poder y eso es lo que vale”.