La línea Sarmiento, tiene cada día más influencia del dinero público. En mayo, último mes del que se tiene registro actualizado, arrojó una cifra sorprendente: de cada 100 pesos que se usaron para el funcionamiento de los trenes, sólo dos surgieron de la recaudación de boletos.
Así, la venta de pasajes, principal ingreso de la operación, tiene cada vez menos relevancia. Por ejemplo, hace dos años, las boleterías aportaban a la cuenta 12 pesos.
De acuerdo a información que elabora y publica el Ministerio del Interior y Transporte, en mayo circularon en la línea 1,66 millones de pasajeros, que dejaron en las boleterías 2,15 millones de pesos. En ese mismo mes, el Gobierno destinó 97.333.757 pesos, como subsidios, para que funcionen los ferrocarriles.
La situación a la que ha llegado el ramal es alarmante, al punto de que por cada uno de los pasajeros que abonan boleto el Estado aporta 58 pesos.
Además, desde hace dos años, y para reducir la cantidad de pasajeros que viajaban en el ramal, el Gobierno colocó colectivos que circulan en forma paralela a la vía. Allí la mayoría de las veces no se paga boleto y esos colectivos también reciben subsidio estatal.