Mauricio Macri no parece dejar nada librado al azar en su carrera hacia el 2015, y los abogados del PRO trabajan febrilmente en la construcción de candidaturas que le permitan ocupar dos plazas más en el Consejo de la Magistratura de la Nación.
El organismo que designa y remueve jueces está compuesto por 13 miembros y sería compleja la gobernabilidad si el kirchnerismo sigue controlándolo luego de 2015. En el entorno de Macri razonan así: “Seis de los consejeros vienen del Poder Legislativo, tres por cada Cámara y a su vez en cada una, dos por la mayoría y uno por el bloque que le sigue en número. En la mejor hipótesis, podríamos tener el de la minoría por la Cámara de Diputados. Por otro lado, tres consejeros son jueces, otro lo designa el Ejecutivo, otro es académico y luego están los dos abogados. Si conseguimos el representante de la minoría en diputados, contamos que si Macri es presidente designará al representante del Poder Ejecutivo, y que tal vez podamos designar al Académico, solamente tenemos tres consejeros. Pero si podemos sumar a los dos abogados, podríamos evitar que los K nos remuevan y designen jueces a su antojo durante la primera parte de un eventual gobierno de Macri”.
Por eso, para la elección de consejeros abogados por la Capital Federal, el PRO apunta a garantizarse la victoria por su alianza con Jorge Rizzo, que maneja al oficialismo del Colegio Público y con el que obtuvieron un 62% de los votos hace solamente un par de meses en la elección de autoridades de esa entidad.
El mayor problema está en el armado que requiere la elección del consejero de la Magistratura abogado por el interior. Esta elección se lleva a cabo nada menos que en 80 Colegios de todo el país y requiere una estructura de fiscalización muy aceitada. La última de este tipo de elecciones la ganó el radicalismo, de la mano de Daniel Ostropolsky, pero las voces del PRO en la materia dicen haber comprobado que las acciones de la UCR en este tema han caído, luego de algunos rumores que vincularon a Ostropolsky con votaciones en el Consejo que favorecieron al kirchnerismo.
Así el PRO tiene decidido lanzarse a esa elección con candidato propio, y todas las voces apuntan al diputado nacional por San Juan Eduardo Cáceres, prestigioso abogado muy reconocido en su provincia, capaz de hacerse con los sufragios de muchos letrados a lo largo del país.
Los operadores de Macri en esta carrera no desestiman una alianza, pero la misma deberá cerrarse antes del 12 de agosto, momento en que culmina la posibilidad de inscribir candidatos. “Hoy, como están las cosas, las posibilidades de alianzas se han reducido y lo más probable es que vayamos solos. Siendo así, hay muchas fichas puestas en Cáceres. Hemos elaborado en tiempo récord un esquema con referentes en todo el país y la fiscalización de la elección está garantizada, creemos que existen grandes chances de que gane”, explican.
La construcción de esta alternativa está manejada por Daniel “El Tano” Angelici, el gran armador de Macri en cuestiones judiciales, y mediante dos de sus alfiles: el legislador porteño Daniel Lipovetzky y el consejero de la Magistratura de la Ciudad, Juan Destéfano.
“Mauricio no quiere un Consejo de la Magistratura propio, quiere uno independiente, por eso no nos hace falta que los consejeros sean del PRO, pero tampoco es posible que un partido lo controle, los consejeros de la abogacía deben responder a la impronta del estamento que representan y no a una partidaria, por eso decidimos competir, para que cuando Macri sea presidente en 2015, cuente con un organismo justo e independiente, que no sea una unidad básica opositora”, explican en Bolívar 1.