La cita empezó puntualmente a las 18:30 horas tal cual había sido programada. El motivo era presentar las instalaciones que ocupará el equipo político que acompañará en la campaña a Mauricio Macri y su partido del Trabajo y la Equidad. El edificio de dos plantas de Belgrano al 800, que alguna vez fuera el comando del ex intendente Jorge Domínguez, se mostró abarrotado de gente que dejaron escasas las 200 sillas que tenía prevista la organización, ubicadas en frente al atril principal que tenía la consigna "Póngale la firma a a Mauricio".
Un tostado Macri abrió el fuego agradeciendo a los presentes en la inauguración. Una cadena de e-mail de origen desconocido alertó a mas de uno que se fue sumando a la convocatoria, en la cual prevalecieron los trajes y las corbatas de jerarcas y empleados de empresas, la mayoría de ellas de servicios. Para quien está acostumbrado a ver siempre las mismas caras en los mitines políticos, este constituyó una rara excepción. No había -a excepción de algunos pocos- caras políticas conocidas. Los legisladores porteños Irene López de Castro y Oscar Moscariello se dieron una vueltita para "pispear".
En la mesa principal sobresalía Juan Pablo Schiavi, alter ego de Mauricio en esta aventura, quien llega con la experiencia de haber estado en la gestión de Carlos Grossso en Obras Públicas. En un ida y vuelta con la gente, en el que Macri no dejaba de endilgarle a los hinchas de River que "hay cosas peores", el presidente de Boca llamó a reconstruir la gestión de la gobernación con "premios y castigos a los empleados, rompiendo aquella falacia de la estabilidad de la que gozan los municipales. Al segundo sumario, listo, afuera" remató.
Concibe la ciudad como de servicios, le apunta a la inseguridad y tiene entre ceja y ceja a solucionar los grandes problemas urbanos -subtes, transporte en general y aeropuertos- que nos han retrotraído varios años atrás en nuestro standard de vida, "Buenos Aires no es una ciudad cualquiera, es una de las grandes metrópolis del mundo, hay que gestionarla con eficiencia para vuelva a ser lo que fue, con un sur y un norte que sean parte de la misma ciudad" finalizó Macri, que sacará mesas a la calle el próximo fin de semana para cumplir con la consigna convocante: póngale la firma a Mauricio.