Una hora y media antes del partido de la Primera B Nacional, que se iba a jugar a las 15:30 en el estadio de Nueva Chicago entre este equipo y el de Guaraní Antonio Franco de Misiones, un enfrentamiento entre dos sectores de la barra brava del club de Mataderos culminó con el trágico saldo de un muerto y cuatro heridos.
El fallecido y los cuatro heridos pertenecían al sector autodenominado “Las Antenas”, que fueron atacados a balazos por integrantes de la barra de “Los Perales”, después de que se citaran para dirimir cuestiones pendientes en una zona ubicada a 600 metros del Estadio “República de Mataderos”, fuera del perímetro de seguridad que establece la Policía Federal.
El hincha que falleció iba en un micro que transportaba a la fracción de Las Antenas, que fue emboscado en la esquina de Andalgalá y Eugenio Garzón, desde donde un barra de Los Perales comenzó a disparar, hiriendo a cinco personas, entre las que se encontraba el joven, que falleció a las 22:30 de la noche del sábado.
Ambos sectoresde la barra brava sostienen un añejo enfrentamiento, en el que está en juego el control de los negocios conexos con el fútbol, como la reventa de entradas y la comercialización de diferentes sustancias en los días en que Chicago juega de local, como era el caso del sábado.
El joven que murió, de 27 años, fue operado por una herida en el abdomen en un quirófano del Hospital Santojanni. De los otros cuatro heridos, dos fueron baleados en los brazos y dos en las piernas y, como sus heridas no revestían gravedad, fueron dados de alta el mismo día sábado. Tras los enfrentamientos, la policía informó que detuvo a cinco personas. Los hinchas heridos y el fallecido suelen ocupar un espacio en la tribuna junto a otro sector de la barra, originario de la zona de Villegas.
Un joven perteneciente al sector que ayer fue el autor de la emboscada, Agustín Rodríguez, de 27 años, fue asesinado a golpes por los barras de la villa Las Antenas en Lisandro de la Torre y San Pedro, el 18 de enero de 2012.
El secretario general del club Nueva Chicago, Daniel Ferreiro descargó su responsabilidad en la geografía -como suelen hacer los dirigentes del fútbol-, al declarar ante los micrófonos de un canal de noticias que “hace dos años que no se produce ningún enfrentamiento. Estos hechos ocurrieron lejos del estadio. Nos estamos poniendo en conocimiento de lo sucedido. En Chicago hay derecho de admisión y se cumple”.
El problema es que el derecho de admisión debería cumplirse durante todos los días y todo el año en las propías instalaciones de los clubes, porque los agresores y los agredidos frecuentan el estadio los días de los partidos, pero también concurren a los clubes y suelen participar en las asambleas y actos partidarios de todo tipo, a veces -casi siempre- convocados por los directivos.