Menos viajeros, por lo tanto, menos dinero. Según datos de la CAME, en el sexto fin de semana largo del año bajó el flujo de turistas. “Fueron extremadamente cuidadosos con su plata”, señala el informe.
“Si bien el receso de agosto suele ser tranquilo y particularmente este año encontró a las familias con mayores restricciones de ingresos, la fecha fue mejor de lo esperado. Ayudó que por el mundial hubo turistas que no salieron en julio y compensaron con una escapada de dos o tres noches este fin de semana, y el feriado escolar en los colegios religiosos del país”, aclararon.
La CAME estimó una suba nominal de los gastos en concepto de turismo asociados al feriado largo: pasó de 706.6 a 810,1 millones de pesos, con una suba nominal de 14,6%. De ahí que para estimar una baja real de 5,8% la entidad consideró una inflación de 21,7%. Esa variación resulta similar a la que surge de comparar los índices empalmados del Indec del anterior IPC y el nuevo IPCNu. Si por el contrario se deflacta con la inflación Congreso se obtiene una contracción de la actividad comercial de poco más de 18 por ciento.
La entidad estimó que “el gasto promedio diario del fin de semana se ubicó en 389 pesos por turista, y la estadía media en 2,9 días, lo que determinó un aumento nominal de sólo 11% frente al año pasado, muy por debajo de la inflación acumulada en doce meses, de casi 22% para el Indec y 40% para el consenso de las consultoras privadas”.
Las zonas de sierras en la Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Salta, Córdoba, Mendoza, y Río Negro lideraron las preferencias de los viajeros al momento de decidir hacia dónde viajar.