“Carrió podría hacer un gran aporte al Pro. Te puede gustar o no su estilo. Pero es innegable que tiene convicciones y que siempre está buscando consensos”, afirmó la legisladora macrista Karina Spalla, en la entrevista con NU en medio de la hecatombe del Frente Amplio Unen (FAU), en crisis por una posible alianza con Mauricio Macri.
Spalla está unida al macrismo casi desde sus inicios, cuando se sumó al Pro como una vecina más, y hoy preside la comisión de Planeamiento Urbano en la Legislatura, donde entró en 2009. Nació en 1971, en el barrio de Monte Castro, y tiene dos hijos adolescentes.
En la contra de NU, la legisladora repasó la crisis de Unen, su posible efecto político en Pro, los alcances de la idea de la “tercera vía” y la condición de ave fénix de Cristina Fernández, que siempre termina resurgiendo en las encuestas. “La sociedad se mimetiza con sus estados de ánimo”, sostiene.
Consideró que hay que modificar el paradigma de “cambio”, en el caso de que el Pro llegara al gobierno nacional: “Hay que mantener lo que funciona y cambiar lo que no”, lanza. Finalmente, evalúa las posibilidades de los cuatro precandidatos porteños de su fuerza, deja ver sus preferencias y se manifiesta por una interna para definir al sucesor de Macri: “Sería el fruto de nuestro crecimiento político”, dice.
–Macri afirma ahora que no crece su figura sino una idea. ¿Cuál es la idea Pro? ¿Cómo se la sintetiza?
–Es la de construir un futuro mejor, pero no desde un optimismo sin sustento sino desde algo muy concreto: lo que hicimos en la Ciudad. En Pro pensamos en positivo. Queremos construir de un modo diferente y sabemos cómo hacerlo. Sabemos gestionar.
–Al mirar a Macri, a Scioli y a Massa no pareciera haber demasiadas diferencias. Me baso en lo que los encuestados opinan en los sondeos. ¿Qué diferencia aporta Macri?
–La de la coherencia y la credibilidad. Yo no soy muy de guiarme por las encuestas, pero sí de lo que la gente dice en la calle. El otro día estábamos en Lanús y lo que nos devuelve siempre la gente es que la palabra de Macri es creíble. Nosotras hemos hablado otras veces y yo te conté alguna vez que me sumé a Pro como una vecina más. Y realmente lo que me cautivó aquella vez es lo que me sigue cautivando hoy: la coherencia y la credibilidad. Nosotros, además, hacemos un trabajo de hormiga, pero que nos resulta un placer y es pura vocación.
–La carrera porteña está lanzada y en el Pro hay anotados cuatro precandidatos: Michetti, Rodríguez Larreta, Ritondo y Santilli. ¿A cuál prefiere usted como sucesor de Macri?
–(Se ríe) Como un fruto del crecimiento de nuestro espacio, sería sano que el sucesor de Mauricio se definiera en una interna. A pesar de nuestras diferencias, nosotros hemos logrado armar un equipo sólido y cada uno compone una pieza del rompecabezas Pro. Horacio, con quien trabajo, es un ejemplo de ejecutividad. Gabriela, con quien lamentablemente nunca tuve oportunidad de trabajar, genera en la gente algo muy poderoso y es un complemento perfecto de Horacio. Ritondo, que viene de estructuras más tradicionales de la política, se acopló a la nueva forma de hacer política de Pro de una manera perfecta. Y nos aportó mucho.
–Y le falta uno: Santilli. ¿Dónde lo ponemos?
–Por supuesto que también podría complementar una fórmula o encabezarla.
–Durán Barba dijo hace poco, en una reunión interna, que cualquiera que use el color amarillo gana la elección de 2015. Parece un poco presuntuoso y exagerado, ¿no le parece?
–Cualquiera no gana la elección porque la gente no solo vota ideas sino también a personas. Y la persona, el candidato, tiene que conocer muy bien la Ciudad. Y ser sólido.
–Pero, ¿a qué candidato prefiere usted? Los dirigentes siempre se alinean en torno a uno u otro. Dígame el suyo.
–Porque trabajo con él y lo conozco, me inclino por Horacio. Pero ya te digo, lo más sano sería una interna.
–¿Qué evaluación hace de la crisis en el FAU a raíz de una eventual alianza con Macri?
–Justamente, por eso te decía que valoro mucho cómo nosotros logramos procesar las diferencias de un modo pacífico.
–¿Está esperando que Carrió se alíe con Pro?
–Sería un gran aporte, sin duda. Lilita te puede gustar o no, pero es innegable que tiene convicciones y que siempre está buscando consensos.
–¿Y la Presidenta? Siempre se recupera finalmente en las encuestas, ¿por qué?
–La sociedad parece mimetizarse, a veces, con sus estados de ánimo. Pero el otro día la noté angustiada, con bronca (NdR: Se refiere al anuncio que hizo Cristina Kirchner sobre el proyecto de ley para pagar a los bonistas en la Argentina). Parecía que quería mostrar sensibilidad, pero no era muy creíble. No era tristeza, era impotencia por no saber cómo resolver la situación. Es lo que me transmitió.
–En las encuestas (sé que no cree, pero es la única referencia concreta que tenemos), la gente no quiere tirar toda la década K por la borda. Más bien, los sondeos sugieren un cambio pero con continuidad. ¿Podrá el Pro hacer eso?
–Es que tenemos que modificar el paradigma de cambio. Uno puede querer cambiar y, sin embargo, hay cosas que se quieren conservar: de hecho, muchas veces sucede eso. Aunque te mudes a una casa mejor, hay cosas que querés conservar. Nosotros lo hicimos en la Ciudad. Por ejemplo, con el arroyo Maldonado. No fue una idea nuestra: hubo alguien antes que no quiso, no pudo, no supo concluir la obra. Tomamos nosotros una idea anterior porque pensamos que era buena y la desarrollamos hasta concluirla.
–¿Y qué sería una buena idea del kirchnerismo, una para conservar?
–El ingreso universal por hijo, que tampoco es originario del kirchnerismo. El Gobierno nacional tomó esa idea del espacio de Lilita Carrió, la perfeccionó y la puso en práctica.
–Lo más constructivo y lo más destructivo de la era K.
–Lo destructivo, ese fanatismo de encerrarse en lo propio y replegarse sobre sí mismo como si no existiera nada más. Aferrarse de esa manera a las ideas y descalificar el resto fue algo muy nocivo para la Argentina. Lo positivo: que los jóvenes se hayan vuelto a enamorar de la política, aunque sea de un modo polarizado. Es positivo que los jóvenes piensen cosas sobre el país. Total, después se puede ir madurando.
En primer plano
• Edad. 43 años.
• Ocupación. Legisladora porteña, presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano.
• Hijos. Dos: Agustina, de 16, y Lucas, de 13.
• Estado civil. En pareja.
• Barrio porteño. Monte Castro.
• Esquina porteña. Álvarez Jonte y Mercedes.
• Una figura histórica. José de San Martín.
• Una frase. “Lo mejor está por venir.”
• Un perfume. Code, de Armani.
• Una película. La vida es bella, de Roberto Benigni.
• Un libro. El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder.