Pese a que formalmente el desalojo en Villa Lugano llegó a su fin, todavía hay personas acampando en el lugar. Se trata de un grupo de entre 30 y 50 personas, informaron desde el lugar. Frente a esta situación, el procurador General porteño, Julio Conte Grand denunció a quienes se negaban a ser reubicados en refugios y acusó a “militantes y otros dirigentes” por impedir el traslado de las personas.
“Se niegan a que se instrumenten los mecanismos de asistencia social que prevé la Ciudad; incluso, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación ha participado y la negativa es muy cerrada“.
“Esperemos que ellos y quienes están arengándolos en sentido contrario depongan su actitud y, rápidamente, se pueda solucionar esta parte del problema que queda pendiente“, concluyó el procurador General.
Las declaraciones del funcionario se contraponen a la gente que acampa en el lugar. Precisamente, esta mañana una mujer que pasó la noche sobre el boulevard Fernández de la Cruz al 5200 sostuvo que personal del Ministerio de Desarrollo Social capitalino les había ofrecido ir “a un refugio, por tres días”.
“Pero, cuando quisimos ir, ya no había cupos, estaban colapsados”, denunció.
El sábado, personal de la Policía Metropolitana y miembros de la Gendarmería Nacional expulsaron a las 700 familias del asentamiento papa Francisco, terreno que permanecía tomado desde febrero.
El desalojo, en el que participaron topadoras que arrasaron con casillas, se produjo luego del asesinato de la adolescente Melina López, quien recibió un disparo de un delincuente que se refugiaba en el asentamiento.