Después de muchos meses de frialdad e indiferencia, volvieron a saludarse en el gimnasio al que ambos concurren, en Palermo. El curioso dato de color parece traer consigo un comienzo de cambio de clima: sin dejar de lado las distancias personales y políticas que hoy los separan, y después de sonoros cortocircuitos, Mauricio Macri y Francisco de Narváez vuelven a tender puentes de cara a las elecciones presidenciales de 2015, con epicentro en la siempre problemática provincia de Buenos Aires.
“Encargate vos”, fue la directiva de Mauricio Macri a su ministro de Gobierno, Emilio Monzó, en referencia a De Narváez, que la semana pasada anunció su nueva postulación a la gobernación y ofreció su “plan para la provincia” a los presidenciables Macri, Massa y Daniel Scioli. Macri descarta por ahora un “cara a cara” con su ex socio, con quien todo terminó de la peor manera en el cierre de listas para las internas del año pasado, pero no cierra la puerta.
Cerca del ministro de Gobierno afirmaron a La Nación que aún no hubo un acercamiento concreto, pero que “nada puede descartarse. “Tendrá que venir a hablar y ahí veremos”, afirmaron.
Lo que ya ocurrió fue un acercamiento concreto entre Macri y tres dirigentes denarvaístas de la provincia con intereses diversos. La semana pasada, el jefe de gobierno porteño se reunió con el diputado provincial Héctor Gay, que ganó las elecciones en octubre pasado en Bahía Blanca, y quien junto a la senadora Nidia Moirano y el diputado Santiago Nardelli integran el bloque denarvaísta en la Legislatura provincial. “Ya está, Gay estará con nosotros”, se ufanaron desde el Ministerio de Gobierno y Bolívar 1, donde confirmaron la reunión. “Gay no se va del bloque, pero quiere a De Narváez gobernador y Macri presidente”, contestaron cerca del Colorado, que por las dudas se reunió con sus diputados el martes, en Bahía Blanca.
“Tuvimos una reunión con Macri como la hemos tenido con referentes de otros espacios; estamos abiertos a intercambiar ideas siempre con el afán de construir la mejor alternativa de cara a los intereses de la sociedad”, expresaron los diputados denarvaístas en un escueto comunicado conjunto.
Más allá del caso puntual, las chances de un acercamiento a mediano plazo entre quienes compartieron el triunfo en 2009 han crecido. “Si fuera por Mauricio no habría chance, la relación quedó rota desde el cierre del año pasado. Y no es serio ofrecer el mismo programa a tres candidatos distintos. Pero en política nada está dicho”, dicen cerca del jefe de gobierno.
Cerca de María Eugenia Vidal, hoy precandidata a gobernadora de Pro, afirman que “sería lógico” que De Narváez intente algún tipo de acuerdo con el macrismo. “María Eugenia ya dijo que si hay más de un candidato a gobernador aceptaría ir a internas”, aclararon cerca de la vicejefa de gobierno, donde tampoco desconocen que, hoy por hoy, De Narváez está en las encuestas un escalón por encima de las propuestas de Pro para la provincia.
¿Será la interna un mecanismo viable para un acuerdo? “Todas las opciones estarán sobre la mesa llegado el caso”, dicen cerca de De Narváez. Su figura, no obstante, trae resquemores en lo más alto del poder Pro. Nicolás Caputo, uno de los principales consejeros de Macri, habría expresado (según dos fuentes) su “desconfianza” hacia el empresario, porque “estamos bien como estamos y si llega él puede traernos problemas”. Parecido razonamiento habrían hecho cerca del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que cuenta con varios candidatos a gobernador más la hipótesis de incorporación de Martín Insaurralde, hoy cerca de Daniel Scioli y al tope de las encuestas en la provincia.
¿Cómo terminará esta novela que ya lleva varios capítulos? Nadie se atreve a ser tajante. “Mauricio busca un candidato de dos dígitos. Cuando lo encuentre se termina la discusión”, definieron en Pro.