Docentes de la escuela técnica “Ingeniero Delpini” del barrio porteño de Villa Lugano, que lleva dos semanas sin actividad por carecer de custodia, reclamaron este martes “que se unan y dejen de echarse culpas” el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, y el ministro porteño de ese área, Guillermo Montenegro, y les brinden, conjuntamente, “una solución”.
Elizabeth, una de las maestras, pidió por radio Mitre “que se acerquen Berni o Montenegro, no han venido. Los padres y los docentes, toda la comunidad educativa está pidiendo su presencia para que nos den una solución. La única respuesta que tuvimos fue de la comisaría y Gendarmería nos dicen que no tienen recursos humanos y no depende de ellos“, prosiguió.
En tanto, otra docente llamada Diana se quejó: “estamos sin poder dar clase, sin ningún tipo de respuesta a nivel seguridad, esperando que alguna autoridad se acerque para hablar con nosotros”.
Por la mañana, también en diálogo con radio Mitre, Berni garantizó que “hoy mismo” van a “dar la seguridad” y podrán volver a clases los alumnos de la escuela técnica “Ingeniero Delpini”.
También, criticó el operativo de desalojo ocurrido en los últimos días en la villa papa Francisco de Lugano: “Son los problemas que surgen a diario cuando las mezquindades políticas no dan respuesta.”
“Hace una semana hubo 2000 policías en ese lugar porque decían que el lugar estaba copado por narcotraficantes. Después dijeron que había quedado el lugar de los paraguayos y escuchamos a todos los que escuchamos que esto era el lugar de los narcotraficantes, ¿cuántos narcotraficantes hubo detenidos? ¿Dónde está la droga?. Entraron 2000 policías y no hay un solo narcotraficante”, reclamó el Secretario.
Por su parte, el ministro de Seguridad porteño, fue duro con su par de la Nación y dijo que “es un especialista en echar la culpa”. Al respecto, aseguró que “cuando alguien miente tanto, que se cree su propia mentira, está en un problema”.
Montenegro señaló que la responsabilidad de custodiar el lugar, “porque están en el lugar, es de la Policía Federal y de la Gendarmería”, por lo que le pidió al funcionario nacional que “se deje de descalificar y que se haga cargo”.
También intnervino en la disputa el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, quien aseguró que en la Escuela Nº 13 de Lugano “necesitamos que la Policía dé la seguridad ahí. La escuela esa no tiene senderos seguros.”
Y acerca del desalojo criticado por Berni, expresó: “Se habla de inoperancia, pero en el terreno de la villa papa Francisco cuando yo era ministro de Desarrollo Social, el Gobierno firmó un convenio con la ciudad para construir viviendas a través de la Fundación Madres de Plaza de Mayo que nunca se construyeron”.
EL CRUCE CON LONGOBARDI
Durante la entrevista en radio Mitre, Longobardi le pidió explicaciones a Berni por la situación de los casi 2000 chicos que no pueden concurrir al colegio. Por lo que el funcionario acusó al periodista de desconocer en profundidad el tema. “Usted dice conocer el barrio pero no conoce el barrio. Usted no está, yo no lo vi nunca. Yo lo veo jugando al golf, pero nunca lo vi en la villa. El que está en el barrio, con los pies en el barro todos los días soy yo”, lanzó el secretario de Seguridad.
Enojado, el periodista retrucó: “Le voy a contar entonces cuál es el resultado de su gestión. El resultado e su gestión, con la Gendarmería, la Prefectura, el Ejército, los helicópteros… es que 2000 chicos no pueden ir al colegio porque ponen en juego su vida. Yo voy a jugar al golf todo lo que se me canten las pelotas, ¿estamos claros?, pero su trabajo como funcionario del Estado es garantizar que haya clases en un colegio que está rodeado de narcotraficantes”.
Berni aseguró que en las próximas horas iba a brindar la seguridad necesaria para que vuelvan las clases e ironizó: “La Justicia respondió no a los hechos, sino a sus presiones. Porque tengo que felicitarlo, señor Longobardi, porque usted tiene más injerencia sobre la Justicia con sus presiones mediáticas, que la Justicia misma para resolver las cosas de hecho. Y está muy bien”.
“Yo no hago presiones mediáticas. En mi vida lo hice. Yo hago preguntas”, se defendió Longobardi.