Tras la polémica por sus dichos acerca de que en la villa “se vive bien“, Víctor Hugo Morales ratificó su postura y explicó por qué hizo esas declaraciones.
“Es una opinión. Lo que hay es una gran capacidad punitiva del grupo de Magnetto para desatar un seguimiento coercitivo a una opinión que emití en un programa de cuatro horas“, relató.
En sintonía, afirmó que “soy un bicho de ciudad. Ayer vi un documental y una obra de teatro. Yo viví en un lugar muy parecido a una villa. He fundado con el padre Pepe una escuela de música en la villa 21, he comido con el padre Pepe en más de una ocasión. Es gente decente que sale a trabajar, que fueron expulsados por el capitalismo salvaje de los ’90 y son estigmatizados. Sin embargo, estarían viviendo mejor que donde yo vivía en una zona pobre“.
Para graficar sus dichos, contó que el encargado de su edificio sale a las 3.15 de Guernica y llega a las 5.30 al edificio. “Aunque tenga su casita con patio y no viva hacinado, si yo tengo que elegir entre lo que él hace y vivir en la villa como yo la conozco y tener cerca el trabajo y tener 5 horas para disfrutar y no pasar 60 días al año viajando, elijo la villa 31. Ahí haces dos o tres cuadras y tenés todos los colectivos y podes ir al cine Gaumont gratis”.
Y luego aclaró: “Hay villas y villas. Hay villas nuevas, sin mejoras, más improvisadas. Yo me referí a las villas asentadas que con ayuda podrían estar mejor. Cuando yo caminé por la Villa 31, la Villa 21 y la Villa Tranquila de Avellaneda vi la dignidad con la que se vive. Yo, que era pobre en mi pueblo, conocí la pobreza cuando hice un censo rural en el interior en 1960 y aprecié la caída de humanidad“.