El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, y su par de la Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, se reunirán este martes para analizar si continúan con su plan de lucha luego del paro nacional del 28 de agosto y las acusaciones del Gobierno contra el gastronómico de impulsar un “estallido social” para diciembre.
Los dirigentes intentarán llegar a un acuerdo y trazar una estrategia en común. Moyano, es proclive a aceptar la propuesta inicial de su par y activar una movilización a Plaza de Mayo. Pero, luego de las declaraciones del gastronómico, todo cambió, ya que teme que entre la multitud se engendre el caos y quedar así como uno de los responsables de la violencia.
Sin embargo, cerca del líder de la CGT Azopardo aseguraron que la idea de no apurar una nueva huelga ya estaba prácticamente definida ante el retroceso en el nivel de adhesiones que cosechó el paro del 28 de agosto, admitieron que con la polémica abierta tras los dichos de Barrionuevo no hay mucho espacio para una nueva medida.
En su lógica, convocar a un nuevo paro solo serviría para fortalecer el discurso oficial sobre un supuesto intento de fogonear estallidos en el último mes del año y ubicaría en segundo plano los reclamos de los trabajadores por la baja de Ganancias y medidas contra la inflación y la inseguridad.
No obstante, tanto en la central moyanista como en la CGT Azul y Blanca, que lidera el gastronómico, señalaron que alguna acción el sector pondrá en marcha para evidenciar el malestar de los trabajadores por la falta de respuesta del Gobierno a sus reclamos.
En esa línea, durante el encuentro previsto, del que participarán referentes de todos los sectores gremiales que avalaron el último paro a excepción de la CTA disidente de Pablo Micheli, se evaluará la conveniencia de convocar a una movilización para mediados de octubre.