La decisión del diputado kirchnerista Martín Insaurralde de pasarse a las filas de Sergio Massa parece haberse demorado más de lo previsto, por lo que algunos intendentes del Frente Renovador en la provincia comienzan a fastidiarse y ya le ponen condiciones. La principal, que no vote los proyectos del oficialismo.
Este martes, unos 16 referentes comunales del massismo bonaerense se reunieron en lo que llamaron la Mesa Provincial y dejaron en claro que esperan definiciones claras del último paladín electoral del Frente para la Victoria.
La Ley de Abastecimiento, que será tratada este miércoles en la Cámara baja, será una prueba de fuego para Insaurralde en un posible cambio de camiseta. Si vota a favor, pondrá en peligro sus aparentes intenciones. “Sergio dejó en claro que cada uno se muestra a través de sus actos . Lo que nosotros le decimos es que o cruza rápido el río o se lo comen las pirañas”, dijo a La Nación uno de los asistentes al convite massista. “No esperamos a nadie más, el intendente que no se apura se queda afuera”, completó.
La Mesa Provincial fue convocada por el intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre, bajo la premisa de darle “organicidad” al partido, apuntalar a quienes decidan ir por una intendencia o por la gobernación, y definir reglas claras de convivencia entre los posibles competidores en las internas. Buscan así desligar a Massa de una tarea que podría desviarlo de lo importante, su propia candidatura.
Además de De la Toore, asistieron otros 13 jefes comunales: Gabriel Katopodis (San Martín), Luis Acuña (Hurlingham), Carlos Selva (Mercedes), José Eseverri (Olavarría), Daniel Bolettieri (Almirante Brown), Fernando Carballo (Magdalena), Mario Meoni (Junín) y Horacio Pascual (General Villegas), Marcela Passo (General Lavalle), Germán Di Cesare (General Alvarado), Gustavo Bevilacqua (Bahía Blanca) y Carlos Oreste (Coronel Pringles). Y también por los presidentes de senadores y diputados de la provincia, Jorge Sarghini y Jorge D’Onofrio.
Entre las definiciones más significativas surgió la intención de que los aspirantes a gobernar los 135 partidos “salgan a la cancha” antes de octubre. Estos, a su vez, deberán brindar el mismo apoyo a cada uno de los postulantes por la provincia, para evitar divisiones internas, según consignó el matutino porteño.
Lo que quedó claro es que el futuro marido de la modelo Jésica Cirio no podrá, como creen que pretende, pasarse “en banda” junto a otros intendentes kirchneristas que tienen pensado acompañarlo en el salto. “Vendrán de a uno y sin condiciones”, advirtieron.