El crecimiento político del secretario de Hacienda del Gobierno de la Ciudad, Néstor Grindetti, lo impulsó a pelear la Intendencia de Lanús. En un mano a mano con Noticias Urbanas, opinó sobre los candidatos porteños del Pro, sobre Macri como presidenciable y sobre el modelo de gestión que encarna en la Ciudad. No se olvidó de criticar al kirchnerismo y al massismo por igual. También hizo referencia a la relación con Sutecba y fijó las prioridades para el futuro de su espacio político.
–Está decidido a ser intendente de Lanús. ¿Cómo encaró la campaña?
–En Lanús ocurre lo mismo que está pasando en todo el país. Y es que se están perfilando dos estilos distintos de hacer política: uno es el que fracasó en las últimas décadas y que está representado por el oficialismo y el massismo, y otro es el del Pro, que es una forma distinta, cercana y preocupada por la gente, que tiene siete años de gestión en la Ciudad. Y que es una gestión que ya se irradió hacia el resto del país, especialmente en el Conurbano, porque la gente del Conurbano utiliza mucho los servicios que la Ciudad brinda. La gente se dio cuenta de que ese estilo distinto de hacer política genera beneficios y, por eso, estamos en la consideración pública mucho mejor de lo que estábamos hace un año, Mauricio en particular y el Pro en general. Entonces, como decía, lo que va a pasar en las próximas elecciones es que, más allá de los nombres y los colores, van a existir claramente dos formas de hacer política. Por eso tengo la intención de pelear por la Intendencia de Lanús.
–En las anteriores elecciones en Lanús usted se presentó con boleta corta, pero en la Provincia el Pro fue con Massa, ¿qué piensa hacer en los próximos comicios?
–En las anteriores elecciones fuimos con boleta corta porque con el massismo de Lanús es imposible hacer acuerdos. De hecho, el principal representante del massismo, Nicolás Russo, conversó conmigo y con Macri, se incorporó en nuestras filas y a los 15 días nos llamó para decirnos que se iba con Massa. Con esa actitud no se puede. Porque uno puede tener una visión distinta sobre algunos temas, pero, claramente, lo que él hizo no está en la forma en que hacemos política. Entonces, si vino al Pro y luego se fue al massismo, que no es más que una forma distinta del kirchnerismo, es imposible hacer algún tipo de acuerdo. Y lo bien que hicimos en no acordar, porque hoy el massismo de Lanús se dividió en tres, con peleas muy fuertes por los medios, que demuestran, efectivamente, que cuando uno fue jefe de Gabinete de un gobierno no puede decir que es distinto a ese gobierno.
–Las encuestas a nivel nacional dicen que el Pro crece, ¿eso también sucede en Lanús?
–También crecemos, como Macri a nivel nacional. Y esto es así porque yo hablo mucho con los vecinos todas las semanas y hay una pendiente de crecimiento de Mauricio en la consideración de la gente que es muy grande. Y yo lo atribuyo a que permeó en la consideración de la gente lo que Mauricio hizo en la Ciudad.
–¿Quién cree que será su principal rival en la pelea por la Intendencia?
–Habrá un candidato del kirchnerismo oficial y otro por el neokirchnerismo que encarna Russo con Massa. Y por otro lado vamos a estar nosotros con el Pro, que venimos trabajando desde hace diez años, mostrando, desde el inicio, coherencia con lo que decimos y con lo que hacemos.
–¿Cómo ve las posibilidades del Pro en la Ciudad de Buenos Aires para 2015 y a qué candidato prefiere para la Jefatura de Gobierno?
–El Pro en la Ciudad está muy bien. La imagen del Gobierno porteño es muy buena. En las últimas elecciones nos votaron el 65 por ciento de los vecinos. Se han hecho muchas obras que los vecinos valoran mucho, así que no veo riesgo alguno de que el Pro no siga gobernado en la Ciudad. Respecto de quién puede ser candidato, en principio quiero que Macri sea presidente, y la respuesta fácil sería decir que voy a estar donde el Pro y Macri me necesiten. Pero para no escapar a la pregunta, voy a decir que con Horacio [Rodríguez Larreta] tengo una gran afinidad, nos entendemos y trabajamos juntos desde hace siete años en el gobierno. Para definirlo en términos futbolísticos, diría que nos podemos pasar la pelota casi sin mirarnos. Por más de que sea hincha de Racing, ya que perfecto no puede ser el hombre (risas). A su vez, con Gabriela [Michetti] fuimos socios fundadores del Pro. La diferencia es que Gabriela durante casi todos estos años tuvo una actividad legislativa que hizo que no tuviéramos un contacto cotidiano, aunque le tengo un gran aprecio y creo que es una excelente candidata. Después también están Diego Santilli y Cristian Ritondo, que le aportan una cuota de peronismo al Pro. Algo que es bueno, pero parecería que están un poco más lejos en la instalación pública, aunque creo que pueden aportar mucho. Por eso el Pro puede darse dos lujos que muchos otros no. Uno, que la imagen de Macri está muy bien en la consideración de la gente, y el otro, que tiene cuatro candidatos con distintas características. Lo más importante es que el Pro le promete a la gente que va a ser coherente con las políticas que llevó y llevará a cabo.
–Aunque parece que, según varios analistas, Michetti le agrega valor al amarillo, mientras que Rodríguez Larreta no tanto.
–La verdad es que no vi encuestas para afirmarlo empíricamente. Seguramente, Gabriela agrega cosas, pero Horacio también. Porque Horacio tiene en su cabeza la gestión y todo el funcionamiento del gobierno. Y eso es un valor agregado porque tiene el manejo operativo. Todos los ministros dependemos de él. Por eso, la gente va a evaluar entre el que viene acompañando desde la gestión y la que viene acompañando desde la política. Desde lugares diferentes, los dos suman.
–¿Cree qué el Pro gana con cualquier candidato?
–Como está hoy el Pro en la consideración de la gente, con cualquier alternativa ganaría. Porque los distintos perfiles de Horacio y Gabriela son una oferta muy buena para la gente. Muchos años de gestión en el caso de Horacio y un perfil de nueva política y una tarea legislativa muy coherente con lo que es el Pro en el caso de Gabriela. Y estando el amarillo (el color del Pro) detrás, todo es muy atractivo para la gente
–¿Esto descarta las alianzas?
–Me parece que para hablar de alianzas a nivel superestructural es muy temprano. Hoy el Pro debe seguir avanzando con el principal objetivo, que es el de vincularse con la gente. Y, obviamente, hablar con todo el mundo y con los que estén cerca de nuestro pensamiento y de nuestro sueño de que Macri sea presidente. Está cambiando la forma en que la gente percibe la política y la manera en que se vincula con ella y con los políticos. Por eso, los acuerdos desde arriba se terminaron. Ahora hay muchos más acuerdos entre la gente y los políticos que entre las estructuras.
–¿Cómo deben ser los comicios en la Ciudad: unificados o desdoblados?
–Desde el punto de vista político no le encuentro ventaja ni a una opción ni a la otra. Lo que sí me parece es que seis elecciones en un año es un incordio para la gente que tiene que ir todas esas veces a sufragar y, además, solventar todos esos comicios con sus impuestos.
–A nivel nacional, ¿el Pro quiere ganarle al peronismo de cualquier manera o intentar demostrar que es mejor?
–No, hay que concentrarse en lo que uno hace, en nuestro estilo y en nuestro mensaje. Lo demás va a caer de maduro. Yo no pondría el sayo en el peronismo como el causante del fracaso de la política de las últimas décadas, lo pondría en la política de las últimas décadas, porque tuvimos radicalismo, la Alianza y acá estamos. No se trata de que la política sea mala. La política es buena porque el ser humano se organiza en sociedad. Lo que hubo son malos políticos que, desde distintos lugares, la ejercieron mal y se alejaron de la gente. Nosotros desde hace siete años venimos demostrando que lo que creemos es bueno. Porque hoy hay un metrobús, hospitales, escuelas y una Policía Metropolitana que funcionan, entre otras muchas cosas. Eso es lo que va a analizar y confrontar la gente, no si es peronismo o no es peronismo. Además, yo no mezclo peronismo con kirchnerismo. Para mí, el kirchnerismo usó el título de peronismo para llegar y después hizo el desquicio que hizo. De peronismo tiene poco, porque no tiene preocupación por los pobres, por los que hizo bastante poco.
–Sin embargo, tienen distribuidos más de cuatro millones de planes sociales. Y esto, a su vez, representa una fuerza electoral difícil de combatir. ¿Cómo analiza esa situación en Lanús y en la Provincia?
–Los K intentaron durante estos últimos años engañar a mucha gente. Y a la gente ya no se la engaña más. La gente está harta de la política prebendaria porque se dio cuenta de que si la tienen agarrada con un plan social no le solucionan el problema de fondo. Y su problema de fondo pasa por crecer, salir adelante y desarrollarse. Eso implica una serie de cosas que se producen con la regeneración de la cultura del trabajo. Y eso el macrismo lo puede hacer porque tiene muchas ideas. Cuando uno ve Sudamérica, toda la región está creciendo porque recibe capitales y porque la integran países que respetan la institucionalidad y la normalidad, nada más que eso. Con el macrismo en el gobierno y sus políticas de desarrollo recrearemos el ambiente de inversión que sirve para generar trabajo, y eso va a provocar que los planes vayan desapareciendo, dando trabajo en lugar de planes prebendarios. Eso es lo que la gente está pidiendo, porque está convencida de que lo otro no funciona más.
–¿Macri quiere eliminar las retenciones y el impuesto a las ganancias?
–No voy a interpretar a Mauricio. Fue tan claro que casi voy a repetir lo que dijo. Lo que hoy existe no es un impuesto a las ganancias sino a los trabajadores, eso es lo que quiere sacar Mauricio. Es una barbaridad que una persona que gana 12 mil pesos pague el impuesto a las ganancias. Y en el tema de las retenciones, él dijo que las iba a eliminar, menos las de la soja, a las que iba a ir reduciendo progresivamente para que, de esa manera, la Argentina pueda exportar más y sea más competitiva. Eso se financia con la afluencia de capitales. Y los capitales vienen cuando hay seguridad jurídica y expectativas económicas favorables. Porque el mercado sabe que la posibilidad de que Mauricio gane es muy alta. Y sabe que si eso sucede va a empezar un círculo virtuoso. Mauricio dijo todo esto con muy buena leche, con mucho criterio y fundamento, y la oposición lo malinterpretó adrede diciendo que quería sacar el impuesto a las ganancias. Lo que quiere es que los trabajadores no paguen ese impuesto y que sí lo pague el que tiene ganancias.
–¿Se van a reabrir las paritarias con Sutecba en la Ciudad?
–Es imposible que se abran este año porque lo anunciamos cuando negociábamos con todos los gremios estatales. Dijimos que negociábamos una vez y para todo el año. Nosotros no tenemos superpoderes y reabrirlas significaría que los fondos deben salir de algún lado, para lo cual habría que mandar un nuevo Presupuesto a la Legislatura. Así que las paritarias se van a abrir el año que viene, cuando comencemos a discutir los salarios de ese año. A lo largo de estos siete años la relación con los gremios fue firme, poniéndonos del lado que nos tenemos que poner, que es del lado del vecino. Tratando de no castigar al trabajador y sabiendo que somos funcionarios que manejamos fondos públicos y por eso a veces las negociaciones son muy duras, donde hay bastantes peleas, pero luego nos damos la mano como caballeros. Los gremios han obtenido salarios mayores a los que tenían cuando nosotros llegamos al gobierno.
–¿Y cómo es la situación de la Obsba?
–En la relación con los gremios, la Obsba es un tema pendiente de mi gestión, que por distintos problemas que tienen que ver con la política, no se pudo resolver. Y estamos dispuestos a resolverlo en lo que queda del año, por eso mandamos un proyecto a la Legislatura para buscar un manejo menos discrecional del gremio. Porque los reclamos que recibo de la gente es que no funciona como debería funcionar. Por ese motivo impulsamos un proyecto de ley que contempla que el Gobierno de la Ciudad pueda trasladar su modelo de gestión a la Obsba para que de esa manera esta mejore el servicio. La obra social de los estatales debe brindar un buen servicio y punto. Ahora tenemos negociaciones con el gremio, pero si no llegamos a un acuerdo vamos avanzar con la ley. Creo que tenemos los votos necesarios para que camine. Es una obra social que puede dar mucho más.
–Las últimas elecciones en la Ciudad fueron muy buenas para el Pro y la oposición perdió terreno, ¿a qué lo atribuye?
–Nosotros somos gente normal que lo único que tenemos es sentido común y preocupación para resolver los problemas de la gente. El problema de la oposición es que se quedó sin tema para serlo. Porque ¿qué pueden decir del metrobús, que lo criticaban porque decían que no iba a haber más árboles y ahora resulta que hay más árboles que antes? Criticaban los hospitales y hoy están abastecidos. Criticaban el estado de los colegios y hoy hay una computadora por chico e inglés todos los años. Además de las obras que hicimos en el microcentro, las zonas verdes, el Polo Tecnológico, cosas que en su momento cuestionaron y que cuando se terminaron la gente las valoró. O las obras en el Maldonado, que siempre se inundaba y que ya no se inunda más. Entonces, ¿qué puede hacer la oposición? O en el caso de Villa Urquiza, ¿quién puede oponerse a que esté la Policía Metropolitana bien equipada y entrenada? La oposición se quedó sin argumentos. Sería bueno que se pasaran al Pro. Así podrían hablar y mucho.
–¿Cuáles son las prioridades para un tercer mandato del Pro en la Ciudad?
–Podría resumirlo en que debemos seguir haciendo del espacio público un lugar para la gente. En cuestiones como Basura Cero y recolección de residuos, metrobús, subte y tantas otras cosas. La idea es que la Ciudad continúe como ahora, mejorando para ser más amigable con los vecinos de la Ciudad y con los que vienen a trabajar todos los días.
–¿Y cuáles serán los principales ejes de la campaña a nivel nacional?
–Podría decir que se resumiría en mostrar todas las obras que hicimos. El estilo del Pro desde hace más de diez años es el del contacto directo con los vecinos. En su momento empezamos con las reuniones tupper y tocábamos timbre en la campaña casa por casa. Nosotros vamos a seguir tocando timbre cuando estemos en el gobierno de Lanús, la Provincia o la Nación, como lo hicimos en la Ciudad. Porque una vez cada tanto volvemos a tocar el timbre de los vecinos para hablar con ellos. Eso lo hacemos porque nos da la tranquilidad de tener un diálogo directo hasta para decirles lo que no pudimos llevar adelante. Hoy el intendente de Lanús no puede salir a la calle porque a una semana de asumir el gobierno ya lo había fundido. Cuando uno les explica a los vecinos lo que está haciendo y que la solución no será inmediata pero que iremos mitigando cada problema hasta solucionarlo, el vecino nos entiende. Tenemos que regenerar el vínculo entre la gente y la política como un círculo virtuoso. Con políticos que escuchen y ejecuten las cosas que la gente necesita. Y que la gente aplauda cuando tenga que aplaudir y se queje a través del voto y no cortando calles, porque eso perjudica los derechos de los demás. La principal forma de queja es no votar al político que hace las cosas mal. La forma en que mejor puedo resumir lo que yo siento desde adentro y por lo que me siento más orgulloso y contento es que logramos con el Pro una vinculación de respeto con la gente, que nos aplaude no porque seamos amarillos sino porque creen que hicimos las cosas medianamente bien y están conformes con que sigan así. Y así lo expresaron con el voto en las últimas elecciones.