La semana pasada, el gobernador Daniel Scioli envió el proyecto de ley del Presupuesto provincial para el año que viene, estipulado en $240 mil millones y cuya particularidad es el aumento del 30% del impuesto inmobiliario (urbano y rural), el pedido de autorización para mayor endeudamiento y la creación de 41.000 nuevos empleos, entre ellos más de la mitad para nuevos miembros de las fuerzas policiales.
Las comisiones que deberán tratar la Ley de Leyes antes de que llegue al recinto son las de Presupuesto, Hacienda y otras cuyo nombres varían según qué cámara sea. El próximo martes comenzará la ronda de exposición de funcionarios provinciales para que den cuenta sobre lo definido en el proyecto ante los legisladores.
En la Cámara de Diputados, el sciolismo encuentra sencillo llegar al quórum propio y todo augura que después de recibir las críticas de siempre, el Presupuesto obtendría media sanción entre fines de mes y principios de noviembre.
Sin embargo, el debate arduo tendrá lugar en el Senado, en donde el massismo supera al bloque oficialista (20 a 19) y todo depende de las otras fuerzas: cuatro bancas del Frente Amplio UNEN (tres radicales y uno del GEN que ya jugó a favor del massismo en la disputa por la policía comunal) y tres monobloques de Mario Ishii, la sabbatellista Mónica Macha y la ex denarvaizta (hoy cercana al Pro) Nidia Moirano. Estos últimos tres suelen votar a favor del sciolismo en caso de necesidad.
Dos diputados y un senador massista confirmaron a Noticias Urbanas que aún no hay una “bajada de línea clara” del propio Sergio Massa con respecto a la postura frente al Presupuesto, aunque ya dejaron trascender que no votarán a favor “ni de aumentar los impuestos ni de mayor endeudamiento”.
“Ya hace dos años que les aprobamos pedir más deuda y a la Provincia no le prestan ni patacones”, ironizó un senador oriundo del conurbano, que además comentó lo que parece que será la estrategia del Frente Renovador: empujar a Scioli a negociar con la Casa Rosada para que “la Nación le aumente los plazos para devolver lo acordad en el pacto fiscal, y así no necesitar aumentar impuestos o endeudarse”.
Massa querría forzar una foto de Scioli pactando con Cristina Kirchner previa negociación extenuante para exhibir a su rival presidenciable como un tibio que finalmente es una marioneta de la Presidenta.
Aunque el consenso de los encuestadores admiten que Scioli crece en los sondeos cada vez que es victimizado por el kirchnerismo duro, y se retroalimenta de esa diferenciación tácita. Poner al rival contra las cuerdas puede ser un boomerang para el tigrense.
