Hace apenas unos meses, el Frente Renovador de la Ciudad tenía dos sectores bien diferenciados. El de las figuras, tales los casos de Alberto Fernández y Alberto Iribarne, y otra ala, un tanto más difusa, en donde convivían –y conviven– peronistas, radicales, independientes. Pues bien, de un tiempo a esta parte, el espacio de Sergio Massa en el ámbito porteño se encargó de dotar a este último grupo de una articulación más orgánica y más territorial, proveyéndola también de distintos profesionales, avezados en los temas de agenda del Frente Renovador –seguridad en primer lugar, pero también economía– y aportándole la cuota joven que todo partido que se precie debe tener, como una suerte de cupo moderno. Así las cosas, la idea del Frente Renovador porteño para los tiempos que vienen, esto es, sin más, 2015, es instalar el espacio en la Ciudad de Buenos Aires. Como podría decirse más llanamente, darle forma de partido, que el vecino lo conozca.
Figuras. Toda propuesta busca las suyas, máxime si pretende llegar para quedarse. Se trata de personalidades o trayectorias que prendan como un imán electoral, que tengan pregnancia en el electorado, por conocimiento o por estima pública. El armado de Sergio Massa en la Ciudad también tiene lo suyo en este punto. Miguel Peirano es el referente del equipo económico del frente. El exministro de Economía suele afirmar toda vez que se le pregunte que los problemas que vivimos hoy se deben a desaciertos y a políticas económicas equivocadas. Y que es preciso ir por “una política antiinflacionaria que no debe ser a través de la recesión sino de la recuperación de un plan económico integral y consistente, mediante un Estado presente en la economía para mejorar la infraestructura, estando atentos a las distintas rentabilidades económicas internacionales y con un permanente diálogo con los productores”. Quizás una de las propuestas que más difieren del oficialismo es “la eliminación de las retenciones en las economías regionales”. Y sobre la polémica del impuesto a las ganancias, “resguardar el ingreso de la gente con la actualización automática de mínimo no imponible”.
A fines del mes pasado, arribó otro economista de peso al FR porteño: Guillermo Nielsen, exsecretario de Finanzas durante la gestión de Néstor Kirchner y negociador de la deuda junto a Lavagna. Exministro de Hacienda de Jorge Telerman y posible candidato a jefe de Gobierno porteño, en el FR tienen muchas fichas puestas en él. Entienden que porta prestigio y experiencia, dos cualidades para nada desdeñables. Al contrario.
Con el expresidente del Banco Central, Martín Redrado, en cambio, no tuvieron suerte. Tampoco con el exministro de Economía, Roberto Lavagna. Con quien fuera titular de la cartera de Salud, hoy legisladora porteña, Graciela Ocaña, el FR local también coqueteó, y hoy esa jugada se pone bastante en duda al interior del espacio. Siguen las conversaciones, pero sobre un terreno arenoso. Y el periodista deportivo Juan Pablo Varsky, tentado en mayo de este año, ofreció una negativa como toda respuesta.
¿Y Tomás Bulat, el economista mediático? Justamente, esta semana, en diálogo con Télam, el intendente de Junín, Mario Meoni, confirmó el acercamiento al periodista, con quien militó en la Juventud Radical: “Sí, estamos hablando con Tomás para que sea candidato a suceder a Macri”. Además, anticipó que esta semana Bulat y Massa se encontrarían para charlar. Dentro del espacio creen que semejante incorporación –por ahora Bulat niega todo– sumaría mucho.
Por lo demás, les suma puntos haber incorporado a Florencia Arietto, exjefa de Seguridad en Independiente, conocida por su lucha contra los barras, para intensificar la propuesta sobre seguridad, que es el caballo de batalla del espacio y, a esta altura, ya una marca de identidad, y a Daniel Arroyo, especialista en desarrollo social, quien se encuentra caminando por las comunas, haciendo trabajo territorial y dando a conocer su visión crítica relativa a las políticas sociales del Pro, a las que entiende como la naturalización del confort en la eterna pobreza. “La semana que viene, si Dios quiere, vamos a sumar a otro dirigente también conocido”, precisa Diego Kravetz, armador del FR en la Ciudad.
“Hoy la gente nueva por lo menos duplica a la que había al comienzo en el espacio”, dice Kravetz. Y enumera: “Abrimos locales en todas las comunas –los fines de semana las mesas del partido también funcionan– y producimos material común para todo el distrito. La idea es darnos un lenguaje común y mayor densidad política. Como si las elecciones fuesen en marzo”.
Además de la importancia dada al trabajo territorial en pos de la tan mentada instalación del espacio, el Frente Renovador valoriza el aporte joven. En ese sentido, han surgido dirigentes nuevos, como Gonzalo Forastiero, Lucas Jaszewski, Sergio Sarkirian, Nico Chipana o Maxi Mai, entre otros. Y la participación de Unión Popular, por su parte, contribuye a darle esa anchura al FR, que sus armadores tanto aprecian.
“Pudimos involucrarnos en la agenda mediática del distrito. Anticipamos el desalojo de Lugano, propusimos la declaración de emergencia en seguridad en la Ciudad, de la que terminaron hablando Lanata y Massa. Eso nos permitió tener visibilidad mediática, comentando en radio y televisión sobre seguridad, como hechos más salientes. Y esto lo logramos sin tener legisladores”, expone Kravetz.
“Queremos terminar construyendo un espacio plural, con una identidad política en la que se pueda convivir y resolver temas de forma democrática. En el Frente Renovador porteño estamos listos, además, para abrir las listas en las comunas, algo que el Pro no puede hacer y Unen tampoco, ya que no le dejan lugar al vecino de a pie”, comenta el coordinador. Y adelanta: “Lo que viene es consolidar nuestro espacio y darle una dinámica de funcionamiento que permita cobijar a la enorme cantidad de dirigentes y vecinos que se espera que se sumen cuando comience el calendario electoral”.