Jesús Cariglino es un hombre de pocas palabras. Reacio a hablar con los medios y a operar políticamente a la nueva usanza, el intendente de Malvinas Argentinas mantiene el perfil bajo y construye políticamente más replegado en su municipio que cualquier otro jefe comunal del conurbano.
Según informó una fuente de su entorno más cercano, Cariglino dio pista libre para que su mano derecha en el municipio, el presidente del Concejo Deliberante, Alberto Cobreros, dirima su interna con el titular del bloque oficialista de ediles, Luis Benítez.
“Lo corrieron porque había diferencias en puntos de vista. Benítez es más joven y un poco avasallante, pero se queda en el oficialismo”, dijo la fuente, que aseguró que la sangre no llegó al río.
Cobreros es de máxima confianza de los hermanos Jesús y Roque Cariglino, y encabeza la lista de concejales en todas las elecciones desde 1997. Benítez conducía un cuerpo de 18 concejales, cómoda mayoría absoluta de 24 miembros del HCD.
Por otra parte, el cariglinismo dejó claro que el intendente sigue siendo “precandidato” y que “no se va del massismo, se queda siempre adentro”, al responder por los rumores de distanciamiento entre Jesús y Sergio Massa luego de la incorporación del “Vasco” Othacehé a las filas del Frente Renovador.
El cariglinismo destaca que en 2011 fueron “los únicos de todo el conurbano bonaerense que no fueron a elecciones apoyando a Cristina Kirchner (apoyaron a Duhalde)”, por lo que han pasado situaciones mucho más adversas.
Por lo pronto, Cariglino quiere dejar trascender que sigue en carrera, aunque con un perfil exponencialmente más bajo comparado con sus rivales Darío Giustozzi, Felipe Solá, Gustavo Posse y Mónica López.