El delegado de la línea Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero, dijo este lunes que el tren que protagonizó la tragedia de Once, en la murieron 51 personas, “no podía seguir funcionando” porque no tenía todos los comprensores de frenos necesarios ni velocímetros. Sobrero prestó declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 en el marco del juicio por el siniestro del 22 de febrero de 2012 y realizó un diagnóstico sobre el estado de las formaciones de esa línea, sobre todo las de marca Toshiba.
“No teníamos repuestos para arreglar los trenes y era común que cambiáramos piezas de unos a otros o sino, directamente, anulábamos los sistemas”, declaró Sobrero, que pertenece a la Lista Bordó del sindicato Unión Ferroviaria, enfrentada a la conducción nacional.
“Hacíamos las denuncias en la Comisión Nacional de Transportes (CNRT) y nunca venía un inspector, pero si venía tampoco pasaba nada”, sostuvo.
Tras afirmar que debe “tener radicadas varios cientos de denuncias”, dijo que ante la falta de respuesta empezó a “hacer denuncias en los medios”.
Sobrero dijo que a veces hablaba con los representantes de la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) sobre la situación de las formaciones, quienes “siempre nos hablaban de la inversión que tenía que hacer el Estado”.
Asimismo, precisó que “todos los trenes Toshiba”, como el que protagonizó el choque en la terminal, “no podían seguir funcionando” por padecer de varios faltantes.
Sobrero aseguró que esas formaciones “no tenían todos los compresores” de frenos, o sea “dos por cada vagón”, ya que sólo “tenían uno”, “no tenían velocímetros” y en general “las válvulas” de varios mecanismos de cada tren “no funcionaban correctamente”.
