El preciado otorgamiento de un bono de fin de año está cerca de convertirse en realidad en el sector metalúrgico. Es que una parte significativa de los empresarios del rubro ya le avisaron a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que pagarán a sus operarios una suma extraordinario de Navidad de $3.000.
De no haber un giro en la postura patronal, el pago extraordinario será en dos o tres cuotas a cobrarse en los primeros meses de 2015 y los industriales “más chicos” desenvolverán una cifra menor, de $2.000, señalaron fuentes del gremio al diario Clarín.
La novedad surge en medio de la alianza estratégica y paz social rubricada entre los representantes de los trabajadores y las cámaras empresarias industriales. Este jueves, la UOM, el SMATA (mecánicos) y otros sindicatos clave – incluso opositores al kirchnerismo- firmaron un documento con las patronales en un encuentro en Parque Norte, en el que salieron a presionar al futuro Presidente. Piden continuar con el modelo de protección y beneficios económicos hacia la industria.
“Dado que en la actualidad se discute el futuro del país, queremos ratificar la firme determinación de los sectores del trabajo y la industria de seguir siendo claros protagonistas. En ese sentido, ratificamos las paritarias como método de negociación colectiva y valoramos la concertación económico-social como base de un acuerdo que, sustentado en una estrategia de desarrollo económico integral, sirva para la construcción de políticas de Estado”, dice un párrafo del escrito, que fue escrito por el economista Aldo Ferrer y suscripto por 22 cámaras empresarias y 19 sindicatos.
El texto exige políticas para el desarrollo de la industria, define a un “tipo de cambio real adecuado” como “central para el normal funcionamiento” de la economía y propone el fortalecimiento del mercado interno. Las propuestas serán llevadas, dijo Caló, a los precandidatos presidenciales del oficialismo para “que vean lo que queremos los sindicatos”.
“Lo que queremos es que este país siga creciendo, que en vez de los 6 millones de puestos de trabajo que recuperamos de 2001 en adelante podamos duplicar los puestos de trabajo en la década que viene”, reclamó el metalúrgico Antonio Caló.
En su discurso, Juan Carlos Lascurain, vice de la cámara metalúrgica Admira, evocó la huelga que en 1999 activaron juntos empresarios y trabajadores metalúrgicos, símbolo de la convivencia de intereses. A su lado, lo escuchaba el titular de la UOM, que por entonces formaba parte de la militancia del emblemático Lorenzo Miguel. “No queremos estar más de rodillas”, llegó a arengar Lascurain, hasta que su voz fue tapada por cantitos de militantes de la UOM con consignas que reclamaba el bono de fin año.
Entre las firmas empresarias adherentes al documento figuran las provenientes de la metalúrgica (Adimra), del calzado (CIC), del juguete (CAIJ), y organizaciones regionales de Buenos Aires (como Uipba y Adiba) y Santa Fe (Fisfe).