Legisladores porteños, dirigentes, futbolistas y representantes la justicia, de los árbitros y de la Policía Federal se reunieron en el parlamento de la Ciudad para discutir acerca de la violencia en el fútbol. El debate se desarrolló este martes por la tarde, en el salón Montevideo y fue presidido por el diputado Fernando Caeiro (UCR), en su carácter de titular de la comisión de Seguridad.
La discusión giró, por momentos, más cerca de las causas que generan el fenómeno que de las respuestas que se pueden dar para evitarlo. Se mencionó así la falta de aplicación de la ley y otros diversos factores sociológicos como posibles determinantes de la violencia. Todos coincidieron en la gran importancia que éstos revisten para el análisis, pero el acuerdo no fue unánime a la hora de desmenuzarlos, ya que algunos prefirieron referirse a la situación actual del país, mientras que otros hicieron hincapié en el tema de la droga, de la marginalidad o de la identificación que generan los colores de cada cuadro.
Algunos, como el presidente de River, José María Aguilar y los diputados Silvia Gottero (PJ) y Daniel Bravo (UCR) le apuntaron a la acción policial como un factor generador de la violencia. El más duro fue Bravo, quien afirmó que "a partir de la reducción de los adicionales a la policía se ha incrementado la violencia en las canchas". Esta acusación de inacción por falta de pago fue respondida con firmeza por los diputados Jorge Enríquez (UCR) y Jorge Mercado (Movimiento Generacional Porteño) y por el comisario inspector Rocanto, también presente en la sala. Este último afirmó que "la policía no va a permitir ninguna muerte por una cuestión presupuestaria". También aseguró que "en este momento se están dictando cursos para que los cuerpos de guardia de Infantería, Montada y Tránsito se aceiten y den las respuestas que todos esperan".
Como propuestas concretas por parte de los legisladores quedaron, entre otras, el proyecto de Cristian Caram (UCR) de suspender el fútbol por un mínimo de treinta días para intentar generar las garantías de seguridad necesarias, el de conformar un grupo de trabajo interdisciplinario que estudie el tema y proponga las soluciones correspondientes (idea defendida por Carlos Campolongo, del bloque Justicia Social) y la iniciativa de Lucio Ponsa Gandulfo (PJ) de revisar los procedimientos de prevención para hacerlos más efectivos.
Al respecto, Ponsa Gandulfo propuso prestar atención a los factores temporales, como por ejemplo, cuantas horas antes del inicio del partido se debe comenzar con el operativo y a los factores territoriales, como el tamaño del perímetro sobre el que se debe accionar, "porque a veces los procedimientos son exitosos en las inmediaciones del estadio y en una estación de tren cercana se producen los enfrentamientos". También afirmó que "se puede hacer inteligencia y prevención sobre los grupos que a lo largo del año ejercen hechos de violencia, tal como se realiza en otras partes del mundo, ya que la policía cuenta con una base de datos y con filmaciones de las barras bravas".
Por su parte, el presidente de Nueva Chicago, Juan Guerra, manifestó que "si no creamos conciencia no se podrá parar la violencia. Estos muchachos que vienen de las villas y cuidan sus ‘trapos’ sienten su identidad como ciudadanos en las canchas". El directivo propuso reunir a las barras, hablarles y explicarles que "el fútbol es un hermoso deporte y que hay que salvarlo entre todos".