El Militantes del Movimiento Independiente Justicia y Dignidad (MIJD), Raúl Castells realiza desde el lunes una huelga de hambre frente a la catedral Metropolitana en reclamo de pasaportes para viajar al Vaticano.
En diálogo con Noticias Urbanas, el líder piquetero, desde las escalinatas del edificio donde acampa junto a un grupo de militantes, explicó: “Hay una invitación del papa Francisco para ir al Vaticano para un dirigente originario, unos campesinos sin tierra y un luchador social del norte del país. El gobierno argentino se ha negado en darnos los pasaportes porque tenemos una postura que cuestiona las políticas oficiales”.
No obstante, Castell subrayó que ese no es el único motivo que lo impulsó a llevar adelante la protesta. “La segunda cuestión es que tenemos el convencimiento que va a haber saqueos masivos en Argentina el mes que viene y lo que estamos planteando es que el gobierno distribuya alimentos en cantidad y que eviten los saqueos”, detalló y agregó: “La otra cuestión es el reconocimiento a nuestra universidad, pero el Gobierno no nos quiere reconocer por el mismo motivo, porque no somos oficialistas”.
Al ser consultado sobre las inquietudes que planea llevarle al Papa, Castell manifestó: “Hay una situación de miseria atroz en todo el país, pero en el norte, mucho más. Los chicos no saben que es un yogur, hay que explicarle de qué estamos hablando. Hay miles y miles de personas que tienen que comer iguanas, lagartijas. El problema es que, además, están entregando a capitales cordobeses y santafesinos las tierras fiscales, donde han vivido los pueblos originarios. Alambran el lugar y no los dejan entrar para cazar y pescar, que es su fuente de trabajo para poder mantener la familia. No lo pueden hacer porque el borde del río está alambrado y no lo pueden cruzar porque el dueño del terreno tira a matar, entonces se ha generado una discusión muy grande”.
Por otro lado, el dirigente del MIJD adelantó que está prevista una reunión con representantes del Gobierno. Sin embargo, adelantó que “la huelga de hambre seca nosotros la continuamos. Si delincuentes como Boudou o los barrabravas van a Sudáfrica o a Brasil, o los de la Cámpora que viajaron con 40 personas, ¿por qué nosotros no vamos a tener derecho a ir al Vaticano? Pero no por viajar. A los 60 años no conozco ni Paraguay ni Bolivia”.
Castells se refirió, además, al desalojo que sufrió el lunes y apuntó contra el arzobispo Mario Poli, a quien definió como “una mala persona” y agregó: “la impresión que dio fue pésima”.
“Nos desalojaron con una cantidad impresionante de policías. Una cantidad de policías de civil gigantesca, ahora nos pusieron toda una guardia policial para que nosotros no entremos a la Catedral y la actitud de Poli parecía a la de los años de la dictadura. No se animó a pegarnos pero no nos dejó que tomaran agua y que usáramos los baños. Éramos tres hombres y nueve mujeres. Esperaron que se hiciera bien de noche y trajeron los testigos y los carros de asalto y nosotros no hicimos resistencia y salimos de ahí”.
Tras el episodio, Castells junto a sus compañeros debieron alejarse de la puerta del templo para ubicarse en las escalinatas.