Rachid cuestionó la relación entre el Papa y Cristina: “Es excesiva”

Rachid cuestionó la relación entre el Papa y Cristina: “Es excesiva”

Por Laura Di Marco

La legisladora María Rachid (FpV) criticó a Francisco por considerar que “humilla” a los gays y se manifestó “decepcionada” con el respaldo de los K hacia el Sumo Pontífice.


Si de algo no puede acusarse a María Rachid es de ser hipócrita o acomodaticia. Lejos de eufemismos o de los lugares políticamente correctos –incluso, los políticamente correctos dentro de su propia fuerza política–, esta legisladora K y dirigente del colectivo LGBT –en 2006 fue una de las fundadoras de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans– en ningún momento de la charla con Noticias Urbanas intentó edulcorar sus palabras. Más bien, podría decirse que todo lo contrario.

A contrapelo del mundo kirchnerista, criticó con dureza al papa Francisco, a la juventud cristinista que, luego de criticar a Bergoglio por años, ahora lo respalda y hasta lo cree “revolucionario”, y al secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, por sus expresiones sobre los extranjeros. “Y contra los pobres”, añadió.

A pesar de la dureza de sus cuestionamientos, sigue apoyando, dice, a Cristina Fernández. Y no solo eso: descree que la Presidenta esté obstaculizando la sanción del aborto. “Es más, si el aborto no sale durante el kirchnerismo, no sale nunca más”, subió la apuesta.

Nació en Mercedes, en 1974, y actualmente convive con su novia, con quien, según contó, planea casarse en 2015. Hasta fines de 2010 fue vicepresidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), cargo al que renunció en 2011 para ocupar una banca en la Legislatura porteña.

Sobre la última marcha del orgullo gay, apuntó: “Mucha gente objeta la palabra ‘orgullo’, pero sucede que ser gay fue, durante muchos años, motivo de vergüenza y nosotros logramos, con la militancia, transformar esa vergüenza en orgullo. Se trata de un festejo muy especial, que mezcla la celebración con el reclamo”.

–La última marcha del orgullo gay fue multitudinaria y pidió “más igualdad real”. ¿Qué falta en la agenda de la diversidad sexual?

–La marcha del orgullo es un acontecimiento único: una celebración de la libertad, la diversidad y un festejo de los logros obtenidos. Es celebrar el orgullo de quien uno realmente es. Pero también reclamamos lo que falta. Esta vez la consigna fue por una nueva ley antidiscriminatoria y un Estado laico. Reclamamos que el Estado esté claramente separado de la Iglesia. Otras consignas fueron el aborto legal, seguro y gratuito y el respeto a la diversidad sexual desde los medios de comunicación.

–Calculo que la nueva relación de cercanía de la Presidenta con el papa Francisco, quien ha influido, por ejemplo, en el nuevo Código Civil, no debe ayudar mucho a esa distancia que el colectivo LGBT pide entre Estado e Iglesia.

–La verdad que no. Considero que la relación de la Presidenta con el Papa es excesiva porque la católica no es la única religión que se profesa en la Argentina. Sí entiendo que Cristina, por su función, tiene que tener una relación con el Papa, pero de ahí a considerar al Papa como un revolucionario hay una gran distancia.

–¿La decepcionó el vuelco de la juventud K, que ahora es más papista que el Papa?

–Sí. Me decepcionó que aquellos jóvenes que decían “Bergoglio basura, vos sos la dictadura” hoy vean en él a un líder progresista y hasta revolucionario porque en lugar de usar zapatos costosos usa mocasines. Es… ¡hasta ridículo el apoyo que le dan! ¡Qué diría el Che Guevara si Bergoglio es revolucionario!

–Pero el Papa ha tenido una actitud más progresista que sus antecesores con respecto a los gays. ¿No la conforma eso?

–¿Si me conforma? ¡Me parece humillante! El Papa ha tenido palabras humillantes, como cuando dice que los homosexuales son personas con valores. Es lo mismo que decir “tengo un amigo judío”. Y en cuanto a la tolerancia, lo mismo decía Ratzinger. También él decía que no había que discriminar a los gays cuando, en realidad, lo único que hacen los documentos de la Iglesia es discriminar a los gays.

–Vilma Ibarra, una de las promotoras de la Ley de Matrimonio Igualitario, suele contar que ni Néstor ni Cristina apoyaban inicialmente esa iniciativa.

–No es cierto: yo pertenezco a un colectivo que manejó el nexo entre el Ejecutivo y el Congreso durante todo el kirchnerismo. Incluso, recuerdo cuando en 2003, durante la campaña, Juan Castro le preguntó a Kirchner qué pensaba del matrimonio igualitario y de que los gays adoptaran chicos. Y Kirchner se manifestó a favor.

–¿No conoce el refrán que dice “más mentiroso que político en campaña”? Digo, estaba en campaña y en la televisión…

–Otros candidatos estaban en contra del matrimonio gay y así lo manifestaban.

–Como exvicepresidenta del Inadi, ¿cómo evalúa las declaraciones de Sergio Berni con respecto a los extranjeros, a quienes ligó al delito?

–Como altamente discriminatorias hacia los migrantes. Y no solo hacia ellos sino también hacia los pobres. Cuando se produjo el operativo en el barrio Papa Francisco (NdR: Luego de la muerte de Melina López) dijo que ese asentamiento ya se había cobrado varias víctimas, como si el lugar tuviera la culpa. O la pobreza. Es como si cuando hay un crimen un country alguien culpara al barrio privado de ese delito.

–Es decir que el responsable de la seguridad del Gobierno que usted apoya discrimina.

–Así es.

–¿Y no le hace ruido que Cristina esté en contra del aborto?

–Eso es mentira.

–Lo ha dicho ella misma.

–No es así y la prueba está en que sus más fieles legisladoras lo están impulsando en el Congreso.

–Muchas veces lo quisieron impulsar, pero finalmente no se sancionó. Y sabemos que cuando las leyes no salen en la era K es porque, desde el Ejecutivo, no hay luz verde.

–No es cierto. Es posible que la Presidenta no lo esté alentando, pero tampoco lo está obstaculizando. Y te digo algo: si el aborto no sale durante el kirchnerismo, no sale nunca más.

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