La Legislatura aprobó este jueves por unanimidad el traslado de 1.334 familias de la Villa 21-24 que viven a orillas del Riachuelo, en el camino de sirga. El proyecto del PRO, que fue tratado en segunda lectura, recibió 50 votos positivos.
Según el expediente, la relocalización se realizará en cinco predios donde se construirán complejos habitacionales en los barrios de Barracas y La Boca (Comuna 4), Flores y Parque Chacabuco (C.7), Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo (C.8) y Mataderos (C.9).
La ley aprobada en primera lectura el 25 de septiembre y que recibió el apoyo durante una Audiencia Pública realizada este martes, dispone la “Transferencia de Inmuebles, Expropiación y Rezonificaciones” para conjuntos de viviendas afectados por la liberación del camino de sirga en territorio de la Ciudad incluido en la Cuenca Matanza-Riachuelo, según dispuso la Corte Suprema de Justicia de la Nación en un fallo del 8 de julio de 2008.
El legislador de Frente Progresista y Popular, Fernando Muñoz, celebró el acuerdo al que llegó el parlamento porteño para lograr la aprobación de la iniciativa, al recordar que los menores que viven en el asentamiento “tienen plomo en sangre por encima de los valores de referencia”. No obstante, criticó “el atraso” en la relocalización.
La presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, Karina Spalla (PRO), manifestó: ” No es una ley para cumplir con una ley judicial, sino que además está pensada junto con los vecinos, porque ese es el valor más grande que tiene nuestro proyecto. Antes de llegar al recinto se trabajó en el Ejecutivo con mesas de trabajo en la que participaron los vecinos”. Además, agradeció “el trabajo realizado” por la Secretearía de Habitad, integrantes de Acumar, la Defensoría General y la Defensoría de la Ciudad.
Por su parte, la legisladora del Frente para la Victoria y vicepresidenta de la comisión de Planeamiento Urbano, María Rosa Muiños, informó que “muchos niños y embarazadas que viven en la zona están enfermos con plomo en sangre, tienen problemas respiratorios, dermatológicos, presentan retrasos en su desarrollo psicomotriz e incluso hay personas con cáncer, porque las casas están ubicadas en lugares contaminados”.
Y detalló “En junio de este año, ACUMAR diagnosticó 72 niños con probabilidad de presencia de trastornos en su desarrollo psicomotor y 53 niños con diagnóstico toxicológico por encima de los valores de referencia”.
“Todos los habitantes tienen el derecho a vivir en un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes, sin comprometer las de las generaciones futuras; esto se debe preservar, como establece la Constitución Nacional”, manifestó.
