“Hay una intencionalidad de instalar un clima de crisis que no muestra el EMI (indicador industrial del Indec), ni los privados, ni los balances de las empresas”, declaró el ministro de Economía, Axel Kicillof, en la apertura del segundo día de conferencias en la Convención Anual de la Unión Industrial Argentina.
El funcionario admitió sin embargo que “hay problemas en algunos sectores”, principalmente en el automotriz, pero que hay muchos factores que no están al alcance del gobierno argentino, como es la caída del comercio internacional. “Ahí mucho no podemos hacer; no podemos reactivar la economía mundial, aunque algunos piensen que sí”, ironizó el titular del Palacio de Hacienda.
Kicillof inició su exposición haciendo una fuerte defensa de la intervención del Estado en la economía. Dijo que no hay antecedentes históricos de países que hayan tenido un proceso espontáneo de industrialización sin una determinada participación del Estado.
También dedicó parte de su discurso para hablar de la “sensación térmica” de la inflación. Elevó una fuerte crítica contra las consultoras privadas que miden precios porque las cifras que difunden “no tienen ninguna consistencia”. “Lo llaman IPC Congreso, pero es un IPC opositor, que cuando les preguntan la metodología, no miden un solo precio; hacen un promedio entre todas las consultoras privadas”, analizó.
Según Kicillof, en el último informe entregado por los bloques opositores del Congreso, el promedio fue más alto que todos los cálculos que se puedan hacer tomando las mediciones privadas. “Entonces detrás de esto hay una intencionalidad política para generar malestar”, indicó.
De acuerdo a los informes del Congreso, la inflación de los últimos doce meses ronda el 40 por ciento. Para Kicillof, esa medición “no existe en ningún lado” y criticó lo que calificó como un “bombardeo permanente de los diarios”. “Ya fracasaron con que el dólar se iba a ir a $60 y ahora quieren instalar lo del 40 por ciento”, sintetizó.
El discurso del ministro de Economía se prolongó por una hora y ocho minutos. Despertó sólo el aplauso protocolar del final, cuando el moderador le agradeció su presencia. Sin embargo el propio funcionario se esforzó por mencionar que había “muchos” industriales que asentían con la cabeza cuando escuchaban sus definiciones.
Kicillof admitió que la industria automotriz fue una de las que más sufrió durante el 2014, principalmente porque coloca la mitad de su producción en el extranjero. “Y cuando Brasil estornuda, hay problemas en la industria automotriz, de eso no hay dudas”, graficó. Sin embargo le pidió a los hombres de negocios que no “compren” una “realidad que no es”. E insistió: “Yo no digo que anda todo bien, no digo que fue el mejor año de la Argentina; digo solamente que estudiemos bien los problemas, porque nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar con medidas concretas”.
Durante varios pasajes de su discurso, el ministro indicó que es importante “no tirar por la borda” todo lo que se realizó durante los últimos once años y dijo que hay candidatos que quieren llevar al empresariado a “caer en la trampa” de debatir las mismas políticas de ajustes que ya se aplicaron años atrás. “Cuando llegó la dictadura militar, fue apoyada por algunos sectores industriales y la dictadura lo que venía a hacer era dinamitar la industria argentina; entonces tengan cuidado con las recetas neoliberales”, insistió.
Esta miércoles por la noche, la presidente Cristina Kirchner será la encargada de cerrar la Conferencia Anual de la UIA.