En una pesquisa hecha por funcionarios porteños a instancias de denuncias de vecinos y de una investigación de la Defensoría del Pueblo, se decomisaron aproximadamente 20 toneladas de alimentos y se clausuró un centro de procesamiento de tripas bovinas y porcinas ubicado en Mataderos.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad había organizado el operativo sorpresivo con distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad a raíz de una denuncia hecha por un grupo de vecinos del barrio de Mataderos que sentían olores nauseabundos provenientes de un galpón ubicado en la calle Eugenio Garzón 5168.
Previamente, se había determinado que la actividad era clandestina y, dada la peligrosidad para la salud de la población que podría significar el procesamiento de productos alimenticios sin las condiciones adecuadas, la Defensoría planificó el operativo conjunto con la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria y la Unidad Polivalente de Inspecciones.
Ya en el lugar y en plena inspección, se pudo ratificar la falta de habilitación municipal, así como de inscripción en el registro nacional del SENASA, las pésimas condiciones de seguridad e higiene para la actividad desarrollada en el lugar, la ausencia de aval sanitario de la materia prima que allí se elaboraba y su temperatura inadecuada para el correcto procesamiento.
A través de un comunicado de prensa, la Defensoría señaló: "Las distintas dependencias y funcionarios del Gobierno de la Ciudad actuaron correctamente, pero la magnitud del procedimiento desnudó la ausencia de una metodología adecuada de control permanente y la falta de elementos necesarios para que estos operativos tengan la eficacia que ayer (por el lunes) sólo se pudo lograr por la gran predisposición al trabajo del personal de la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria, del Ente de Higiene Urbana, la Guardia de Auxilio y Emergencias y la Unidad Polivalente de Inspecciones".