Julián Domínguez es el primer precandidato presidencial del Frente para la Victoria que analiza declinar su postulación y así lo expresó, informalmente, ante un grupo de periodistas que estuvo presente en el brindis de fin de año del que el titular de la Cámara de Diputados ofició de anfitrión.
Según recrea el diario La Nación, al ser consultado sobre si estaría dispuesto a renunciar a sus aspiraciones presidenciales para pelear por la provincia de Buenos Aires, lugar donde el kirchnerismo aún no cuenta con un candidato instalado a causa de los vaivenes de Martín Insaurralde y la negativa del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a bajarse de la carrera por la Casa Rosada, Domínguez respondió: “Yo me comprometí con la Presidenta a acompañarla en lo que ella necesite”.
Sin embargo, y a pesar de reconocerse como el candidato oficialista “menos taquillero” de cara a las PASO, el ex ministro de Agricultura aseguró que el Frente para la Victoria definirá a su representante mucho antes de las internas abiertas y que el rol de la presidenta Cristina Kirchner será fundamental. “No tengo dudas de que ella se va a pronunciar. Es la gran electora”, vaticinó.
Por otra parte, Domínguez descartó ocupar un ministerio en una posible gestión presidencial del gobernador bonaerense Daniel Scioli. “No me sentiría cómodo en un gobierno de Scioli”, señaló, y redobló la apuesta al deslizar la posibilidad de abocarse a la “actividad académica” en caso de que el ex motonauta accediera al sillón de Rivadavia.
Lo que sí tiene en claro el oriundo de Chacabuco es a quién quiere de compañera de fórmula en caso de presentarse a las PASO presidenciales. La elegida de Domínguez es la ex vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, María Eugenia Bielsa.