Christian Paletti es uno de los líderes de los metrodelegados de la Línea C que encabezó la protesta que los trabajadores llevaron adelante a comienzo de la semana. En diálogo con Noticias Urbanas explicó los motivos de las medidas de fuerza y lanzó duras críticas contra Sbase y Metrovías.
–Desde el Gobierno porteño los acusan de realizar medidas de fuerza por una pelea interna dentro del propio gremio de los metrodelegados.
–Esto es pura especulación. Porque los problemas que denunciamos son estructurales y están relacionados con la precariedad y la improvisación con la que se maneja el Gobierno de la Ciudad. Y todo esto se comprueba bajando a la estación Constitución. Las obras que realiza el Gobierno de la Ciudad tienen un olorcito electoral y con eso justifican la precariedad. Ahora las consecuencias de todo eso es que cerraron un andén y una vía. Si tomamos en cuenta que en la Línea C viajan 235 mil personas por día llegamos a la conclusión de que la infraestructura de la estación Constitución no da abasto para contener esa cantidad de usuarios. Y si encima cerrás un andén y una vía, la situación se desborda y es imposible prestar el servicio adecuado. Además, está el problema de las formaciones en servicio para trasladar a esa cantidad de pasajeros. En el diagrama actual solo hay cinco formaciones en funcionamiento. Con lo cual los pasajeros viajan hacinados. Encima, esas formaciones son de la década del 70, están en mal estado, son obsoletas y tienen un promedio de dos fallas por día, con lo cual hay alredor de 500 fallas anuales. Y los trabajadores somos las víctimas de esa situación. El lunes agredieron a dos compañeros y a uno de ellos quisieron lincharlo.
–Pero, ¿la interna existe?
–Eso es falso. Es correr el eje de la discusión y no querer discutir la situación del servicio. Hoy, Metrovías, Sbase y el Gobierno de la Ciudad pretenden mostrar como una novedad que existen distintas posiciones políticas en el gremio. Y eso es insólito, porque desde que existe la democracia, los partidos políticos y los sindicatos siempre tuvieron distintas corrientes internas en su seno.
–También los acusan de realizar paros sorpresivos.
–Nosotros propusimos un plan alternativo y ni Metrovías ni el Gobierno de la Ciudad nos escucharon. Además, presentamos ante todos los organismos de control y gubernamentales una carpeta de 80 fojas en donde detallábamos la mala situación en que se encontraba el servicio. Y no tuvimos respuesta de nadie. Lo que nadie dice, y es muy claro, es que hay un manejo fraudulento de los fondos del subte, que se encuentran en una cuenta fiduciaria, por parte de Metrovías y de Sbase.
