El diputado y candidato a jefe de Gobierno porteño por UNEN, Martín Lousteau, llamó a los ciudadanos a sumarse a la campaña que lanzó para alertar sobre los “precios que pagamos como país a raíz de la pérdida de valores”, como una contracara del programa “precios cuidados” del Gobierno para intentar contener la inflación.
A través de las redes sociales, el aspirante en la Ciudad puso en marcha la campaña “contra los precios descuidados” que, según subrayó, son “los otros precios que importan, los precios que pagamos como país y que son consecuencia de la pérdida de valores”.
La propuesta, según fuentes de UNEN, tiene como finalidad la “recuperación de valores y concientizar sobre las consecuencias de no ocuparnos en resolver problemas de fondo y generar un contenido participativo y viralizable”.
Este sábado, voceros del diputado nacional remarcaron la satisfacción del candidato de UNEN por la repercusión que tuvo la iniciativa que lanzó esta semana por la Web.
Lousteau aprovechó para convocar a más ciudadanos a aportar su visión de cuáles, a su entender, son los costos que se descuidaron por las políticas del kirchnerismo en diversos rubros.
Según se indicó, en los primeros dos días participaron 300 mil usuarios de Facebook que vieron la página.
“Hoy quiero hablarles de otros precios que los argentinos pagamos carísimo y nos lleva a hipotecar nuestro futuro como país: los precios descuidados”, afirma Lousteau en el video y agrega: “les propongo hacer entre todos una lista de Precios Descuidados como una forma de tomar mayor conciencia de su importancia”.
El postulante a jefe de Gobierno porteño remarca que “compartiendo la lista estamos ayudándonos entre todos a tener presente que no hay precio más caro para una sociedad que la pérdida de sus valores humanos”.
En las imágenes, Lousteau plantea su propia nómina: “El precio de no tomar el tema Seguridad cómo política de estado; el de convivir con la corrupción; negar la pobreza; de invertir en educación y no mejorarla; el precio de las administraciones poco transparentes; el de no sentarse a dialogar; de no saber subsidiar; de mentir con la inflación”.
Y la lista concluye: “El precio de pensar solo a corto plazo; de no debatir las leyes en el Congreso sino de abusar de la mayoría absoluta; de gobernar con incondicionales en vez de con equipos cualificados; de no planificar una política energética y de no controlar el juego”.