Gerardo Conte Grand fue viceministro del Interior entre diciembre de 1992 y agosto de 1993, cuando Gustavo Beliz dirigía el ministerio. Y es el abogado de Beliz en la causa que se le inició por mostrar la foto de Jaime Stiuso. En diálogo con Noticias Urbanas aseguró que “Néstor Kirchner sabía quién era Stiuso”.
–Hace más de diez años, cuando era ministro de Justicia de Kirchner, Gustavo Beliz denunció a Stiuso. ¿Por qué cree que en ese momento el Gobierno nacional protegió al espía?
–La información facilita el ejercicio del poder y de todas las actividades, en la vida privada y en la pública. Todos los seres humanos tomamos nuestras decisiones con base en información, escasa o abundante, verdadera o falsa. El problema es cuando se utiliza el instrumento de la Inteligencia estatal no para fines lícitos –persecución del narcotráfico, de distintas formas del crimen organizado, del terrorismo, etcétera– sino para fines ilícitos y usando medios ilícitos: escuchas ilegales a dirigentes políticos, periodistas o ciudadanos opositores; interferencia de sus e-mails; amenazas; campañas de difamación y desprestigio, y, en algunos casos, patoteadas y agresiones físicas de diverso calibre. Quien permite que un dependiente delinca por su orden o con su conocimiento queda preso de su subordinado, quien pasa a ser un instrumento usado y temido. Les convenía usarlo y temían despedirlo.
–¿La persecución judicial que sufrió Beliz por mostrar la foto de Stiuso fue avalada por Néstor Kirchner por pedido del propio Stiuso?
–No tengo ningún dato o información confiable que me lleve a pensar que la persecución judicial de Beliz fuese avalada por Néstor Kirchner. Creo que el impulsor fue Stiuso, como venganza personal. En cambio, tengo la certeza de que Kirchner conocía quién era Stiuso y la cantidad de hechos ilegales y delictivos que se le habían atribuido, pues en forma previa a la denuncia de Beliz se habían publicado numerosos artículos, en Página/12, Noticias, Clarín y La Nación –por citar algunos medios–, durante diversas gestiones de gobierno anteriores, firmados por periodistas de distintas tendencias ideológicas. También resulta evidente que Kirchner optó por conservar a Stiuso y prescindir de Beliz, cuya honradez, rectitud y capacidad era y es innegable. La injusta causa contra Beliz por el delito de supuesta violación de secreto en relación a Stiuso es un claro muestrario de las acciones de Stiuso y sus adláteres: publicaciones falsas en pasquines; denuncias falsas contra fiscales y jueces probos para apartarlos de la causa con base en dichas infamias fabricadas; sentencia absolutoria justa recurrida ante la Cámara de Casación; insólita participación de Stiuso en la causa sin ser parte; fallo arbitrario de la Cámara declarando nula la absolución, y actual intervención de la Corte.
–¿Por qué cree que se rompió la alianza entre Stiuso y el Gobierno?
–De acuerdo a la información publicada, es probable que el cambio de estrategia en la causa AMIA, que no habría sido compartida por Stiuso, con posible respaldo de los servicios de otros países afectados por el nuevo rumbo, haya sido la causa de la ruptura. Recién lo separaron cuando dejó de serles funcional, y, en el cálculo de costo/beneficio, la necesidad resultó mayor que el uso y el temor.
–¿Por qué aseguró que Stiuso es un poder sin control?
–Porque pese a todas las actividades ilícitas y delictivas atribuidas a Stiuso por periodistas responsables de un amplio espectro, incluido Verbitsky, el periodista pro-Gobierno de mayor renombre, hay una ausencia absoluta de investigaciones, que yo conozca, consecuentes con la gravedad de los hechos denunciados, tanto por parte de la Justicia y del Ministerio Público Fiscal; de la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, que tiene facultades de control de la actividad de Inteligencia, y del propio Poder Ejecutivo, de quien depende la Secretaria de Inteligencia.
Tras esa inacción hay connivencias, complicidades, temores, pecados que ocultar, extorsiones, pérdida de la capacidad para poner límites a los agentes de Inteligencia. Quien actúa con tal impunidad es un poder sin control.
–¿Cree que Stiuso impulsó la denuncia contra el Gobierno y pudo inducir a Nisman al suicidio?
–He leído declaraciones, que incluyen a algunos funcionarios del Gobierno, que deslizan esa posibilidad. Es un hecho cierto que el fiscal Nisman y Stiuso trabajaron juntos en la causa AMIA durante más de diez años.
Pero que de tal actividad en común pueda desprenderse sin pruebas concretas la conclusión de que Stiuso fue el impulsor de la denuncia y quien lo indujo al suicidio es una afirmación aventurada e irresponsable. Creo que cuando se hacen afirmaciones o suposiciones se deben explicar los fundamentos. Ninguna sociedad sana puede vivir sin apego a la verdad. Y la verdad es, en sustancia, afirmaciones con pruebas suficientes que las respalden. Pienso, además, que la intervención de Stiuso en la causa AMIA lo convierte en un testigo necesario, que debe ser citado con urgencia a declarar.