"Me parece que el subsecretario de Turismo (Jorge Purciarello), con esta propuesta de querer cobrar un gravamen a los turistas, no hace más que confundir al jefe de Gobierno por cuanto éste está en la feria URBIS 2002", dijo el legislador porteño, Ricardo Busacca (Partido Popular Cristiano). Ibarra, tal como informaramos en varias ocasiones, conoce que el único consenso que existe en la Legislatura es para rechazar este impuesto. Pero pese a ello, el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Hécker, sigue trabajando, a pedido del propio jefe de Gobierno en la letra chica del polémico tributo.
"Es muy triste la falta de política de la ciudad en materia de turismo durante los 2 últimos años y lo peor es viajar con las manos vacías, por cuanto no se conoce que se haya invertido en infraestructura o en comodidades para quienes nos visitan y dejan en la ciudad una cantidad importante de dinero", manifestó el vicepresidente tercero de la Legislatura, quien además agregó que Ibarra "simplemente tendrá para anunciar una desagradable noticia: un impuesto".
"Si bien el pretendido tributo -afirmó Busacca-, no parece en principio significativo hoy, en función de la devaluación, el mismo no hace más que perturbar al posible turista o lo que es peor, que dicho gravamen deba ser absorbido por el empresario, con lo cual medidas como las que se promueve benefician a las cadenas internacionales o empresarios más grandes."
"En una ciudad sin chimeneas, sin regalías petroleras ni promoción industrial, tenemos que alentar al turismo y no desalentarlo con medidas netamente recaudatorias en el corto plazo, concluyó uno de los diputados que integran el Interbloque Porteño.