En 2015 la ciudadanía porteña participará de dos elecciones trascendentales para el desarrollo de los destinos local y nacional. La primera, en julio, para renovar el gobierno de la Ciudad. La segunda, en octubre, para elegir presidente para los próximos cuatro años.
En ambas elecciones se debatirán los modelos de gestión que gobernarán los años por venir. Un buen ejercicio es comparar las gestiones de Daniel Scioli en provincia de Buenos Aires y de Mauricio Macri en Capital Federal, teniendo en cuenta que la Ciudad de Buenos Aires es 1.500 veces más chica que la Provincia.
Daniel Scioli promovió la más grande descentralización de recursos de la historia provincial, aumentando 604 por ciento la transferencia a los municipios. Mientras, Macri designó gerentes para las comunas, centralizando la ejecución presupuestaria que debería estar en mano de los representantes elegidos por el voto popular. ¿Federalismo fiscal o doble discurso?
La provincia redujo un 50 por ciento su deuda, mientras que la Ciudad se endeudó en dólares año tras año.
Más de 12 mil bonaerenses fueron sorteados para integrar los jurados que a partir de marzo de 2015 participarán en la toma de decisión judicial al definir si un acusado es inocente o culpable de lo que se le imputa a través del sistema de juicio por jurado. Macri ni siquiera apoyó el proyecto que el Consejo de la Magistratura local elaboró con la participación de varios sectores y expertos.
En 2014, en la provincia de Buenos Aires, se incorporaron 10 mil policías que se formaron en 30 escuelas descentralizadas y con acuerdo con universidades nacionales. En marzo de 2015 se pondrán en funcionamiento las policías locales, sumando 15 mil agentes más. Macri, en cinco años, solo incorporó 5.000 policías porque es más fácil echar la responsabilidad en otro.
Queremos una ciudad gobernada con la misma visión política que tiene Daniel Scioli, y por eso promovemos a Gustavo Marangoni como precandidato a jefe de Gobierno.