Los rumores que indican que el fiscal Gerardo Pollicita, quien quedó a cargo de la denuncia por el “encubrimiento” del atentado de la AMIA que el fallecido Alberto Nisman presentó contra la presidenta Cristina Kirchner, su canciller Héctor Timerman y otros funcionarios, podría terminar en una imputación son cada vez más fuertes y este viernes podría haber importantes novedades al respecto.
Es por ello que, ni lerdo ni perezoso, el secretario general de la Presidencia Aníbal Fernández, como buen tiempista que es, decidió “abrir el paraguas” y antes de que Pollicita estampe su firma en el requerimiento, acusó una “maniobra” para desestabilizar al Gobierno.
No obstante, Fernández, aseveró que “no tienen ningún valor jurídico ser imputado. Acá pareciera que decir imputado es como ya está semicondenado. No tiene nada que ver, no tiene ninguna importancia”.
Según el ex senador, la repercusión “que genera sí tiene mucha importancia. Eso es lo que cuestiono del fiscal, severamente, porque es una clara maniobra de desestabilización antidemocrática”.
Por otra parte, el secretario general de la Presidencia afirmó que el Gobierno no se va a oponer a que un veedor internacional participe en la investigación de la muerte del fiscal Nisman, tal como lo pidió su ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado.
“No vamos a estar en desacuerdo de que alguien de la OEA participe como veedor”, afirmó el funcionario y agregó que “poner un veedor fortalece el hecho de llevar adelante un proceso adecuado con todos los elementos que se necesitan”. Recordó que en la causa AMIA ya participó un representante de la OEA.