El senador nacional por el bloque Santa Fe Federal, Carlos Reutemann, no descartó acompañar al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en la fórmula presidencial. Sin embargo, aclaró que no hablaron de “ningún cargo” al formalizar su alianza para las elecciones de octubre.
“No hemos hablado de ningún cargo”, dijo Reutemann sobre el acuerdo con Pro anunciado el sábado último, y destacó que se “suma” al “proyecto de alguien que tiene ganas”.
En declaraciones a radio Mitre, cuestionó además al Gobierno al advertir que “se nota claramente que está armando una ingeniería para que al que venga las cosas le resulten muy complejas”.
El ex gobernador de Santa Fe señaló que Macri “debe estar observando el paquete que está armando este Gobierno para dejárselo el 11 de diciembre a quien le ponga la banda”, en referencia a “los fondos buitre, devaluación, economías regionales y sinceramiento de las tarifas”, entre otros puntos.
Al respecto, apuntó que “ese paquete se le va a desarmar” al próximo presidente “cuando sale a saludar a la gente”.
Asimismo, destacó que con el líder de Pro lo une una “relación personal desde hace muchos años”, dado que, recordó, “ya en el 2003 habíamos tenido serias conversaciones cuando yo tenía esta oferta de (Eduardo) Duhalde por la presidencial, y Mauricio me dio mucha manija para ser candidato”. “En 2011 volvimos a charlar” dijo y añadió que el jefe de Gobierno porteño tenía entonces “muchas ganas de ir por la presidencial”, aunque, aclaró, “a mí me parecía que la mano venía muy bien para el oficialismo”.
En esa línea, destacó que Macri “ha hecho una buena gestión” en la Ciudad, al remarcar que “si no, no hubiera sacado el 64 por ciento que sacó” en las elecciones de 2011, lo que lo ubica, subrayó, “en la grilla de partida para octubre”.
Por otro lado, atribuyó las advertencias del oficialismo respecto de la injerencia de un “partido judicial” a “una reacción típica de la presidenta” Cristina Kirchner.
“Cuando ve que hay situaciones de conflicto, dobla la apuesta”, dijo sobre la mandataria y completó: “Tienen un concepto de que nadie puede decirles absolutamente nada”.
