El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, aseguró que el caso del fallecido fiscal federal Alberto Nisman “absolutamente” fue un “vuelto” del ex espía Antonio “Jaime” Stiuso a la presidenta Cristina Kirchner.
Además, el funcionario sostuvo que Diego Lagomarsino, el asistente que le entregó el arma cuya bala provocó la muerte de Alberto Nisman, “debería estar preso”.
“Absolutamente”, respondió Fernández al ser consultado sobre si lo de Nisman fue un “vuelto” del integrante de la Secretaría de Inteligencia tras haber sido relevado por la mandataria.
En declaraciones a radio Del Plata, el secretario recordó que Stiuso “fue relevado por la Presidenta a fines del año pasado, y se jubiló el 6 de enero de este año”, y lo vinculó al caso Nisman.
“No tengo dudas de que no está ajeno a lo que está sucediendo. Creo que todo esto de la denuncia y demás yerbas fue un manotazo de ahogado” de Stiuso, explicó.
En ese sentido, insistió con que el fallecido fiscal era “empleado” del ex espía, que “le daba órdenes, lisa y llanamente”.
“Lo he comprobado yo, uno se da cuenta cuando participa en cosas como ellos. Se notaba”, agregó.
Con respecto a Lagomarsino, Fernández aseguró que “en cualquier otro país, estaría preso”, y dijo que “es raro todo lo que se ve”.
“Estoy convencido de que en cualquier otro país estaría detenido (Lagomarsino)”, señaló, y sostuvo que “debe dar largas explicaciones que todavía no ha dado”.
“Tiene que dar explicaciones largas que no las ha dado. El libreto lo escribe el doctor (Maximiliano) Rusconi, un abogado caro que sabe Dios quién lo pagó. Hay mucho para explicar”, aseveró.