“El radicalismo fue, cuando nació en 1890, la causa contra el régimen, que representaba los sectores oligárquicos del país. Ayer, en Gualeguaychú, la Convención coronó un largo proceso de derechización y pactó con el régimen”, así describió el precandidato a jefe de Gobierno por el FPV, Gustavo López, la decisión tomada por la UCR de integrarse a un alianza con el PRO de Mauricio Macri.
En diálogo con la agencia Télam, el secretario de Relaciones con la Comunidad de la Presidencia de la Nación aseguró que el radicalismo abandonó hace poco “las banderas históricas que enarboló Hipólito Yrigoyen y defendió Raúl Alfonsín” durante su presidencia.
“Si uno cree en una democracia ampliada y de base social, en defender los intereses nacionales y buscar la integración latinoamericana, está claro que en el radicalismo no tiene lugar. La actual conducción de la UCR hace rato que traicionó esas banderas”, fustigó.
López se sumó a las filas de la UCR en 1973, cuando Alfonsín fundó la agrupación Renovación y Cambio, que diez años más tarde le permitió ganar las elecciones internas del partido, y llegar luego a la presidencia de la Nación.
En 2003, cuando Néstor Kirchner lanzó desde el gobierno el llamado a “la transversalidad”, López dejó el radicalismo, al interpretar que esa fuerza “no se había recuperado” de la fallida experiencia que significó el paso de Fernando De la Rúa por la primera magistratura del país entre 1999-2001.
“La UCR nunca se recuperó del 2001 y la actual conducción compró el discurso de los medios concentrados. Acusan de totalitarismo a un Gobierno que hace siete años no puede aplicar una ley como la de servicios audiovisuales porque se la frenan con cautelares. Esos, ayer, firmaron la defunción del partido”, puntualizó.