No había alegría ayer en Tigre cuando se difundió la noticia de que el intendente Sandro Guzmán, del vecino municipio de Escobar, había decidido abandonar el massismo y retomar los contactos con el Frente Para la Victoria.
Aunque no podía causar sorpresa a Massa: él mismo había dicho por radio y durante su última visita al Conurbano que su candidato en Escobar era el joven Leandro Costa, hoy concejal.
Algunos creen que este gesto de Massa era porque ya sabía que Guzmán estaba por irse, y otros porque el propio diputado lo quería fuera. Sea como sea, una vez que el cruce de vereda del intendente se supo, en Tigre decidieron hacer tronar el escarmiento.
Según pudo constatar Noticias Urbanas, la idea es transmitir que Guzmán no decidió irse sino que se decidió que se vaya, y hacer trascender que los motivos eran “por todas las causas judiciales que tiene en contra, por la alta imagen negativa en su contra en su propio distrito, y porque quería conservar la banca como diputado y también la intendencia”.
Igualmente, Guzmán -que sugestivamente cambió ayer de número de teléfono y no habló con periodistas en todo el día-, dijo esperar “un gesto de parte de Massa”, y buscará que la reunión con el estratega kirchnerista De Pedro y con el jefe de Gabinete sea vista como “un encuentro de gestión”.
A pesar del operativo destrucción que comenzó en Tigre, un operador massista de la Primera Sección dijo a Noticias Urbanas que aún hay un hilo de negociación y que se intentará, más adelante, que Guzmán vuelva a sus filas. “Sin nosotros, pierde el municipio”, aseguran.
Un dirigente de la Tercera mascullaba anoche a última hora su deseo de que esa sea “la última fuga” y que no empiece el temido proceso de resquebrajamiento en manos del FpV y del Pro.