Convencido de instalar definitivamente su figura a nivel nacional, el ingeniero Mauricio Macri, no descuida la Ciudad, pero se lanza a opinar de todos los temas nacionales, como un político de aspiraciones presidenciales. Así, el líder de Compromiso para el Cambio, analizó el primer año de gestión de Néstor Kirchner sin descuidar los elogios, con un tono medido y con críticas muy puntuales. Pero críticas al fin.
"El merito del Primer Mandatario ha sido restaurar la autoridad presidencial. Acompañar las expectativas positivas de todos y colocarse en el centro del escenario político. Después de años en los cuales vivimos una cuasi anarquía, lo hecho a ese nivel no es poco. Pero lo peor a mi juicio es que él piense que gobernar es dividir, dividir la sociedad entre buenos y malos, eso es poner mucha energía puesta en generar enfrentamientos que no son prioritarios para nuestra sociedad. Lo prioritario es darse cuenta que tenemos una oportunidad externa, una oportunidad interna y eso nos sirve para llegar a un proyecto compartido a mediano y largo plazo, con un eje que es el trabajo. A ver cómo le generamos trabajo a la mayor cantidad de gente posible y trabajo con un salario digno, porque lo que está pasando en Argentina, que es inédito para nosotros, es que mucha gente ha conseguido trabajo, pero con un salario debajo de la línea de pobreza, lo cual es algo muy preocupante. Yo creo que lo malo es realmente no darse cuenta que esto que ha pasado en la economía no es producto de lo que ha hecho el gobierno, esta recuperación, sino producto de los años anteriores con la devaluación internacional asimétrica más un contexto externo internacional espectacular que no va a durar para siempre", arrancó con el análisis el político.
El ingeniero además agregó que "lo que más preocupa es que el gobierno no puede pensar que todo aquel que piensa distinto es un enemigo. Y como tal tiene que destruirlo utilizando los medios de comunicación con los cuales tiene mucha fuerza o utilizando el sistema judicial. Lo que tiene que hacer el gobierno es ignorar, porque la oposición tiene que marcar errores, y después mostrar con la gestión que lo que dice la oposición es equivocado".
En declaraciones radiales, Macri señaló que espera que el gobierno de un giro de 180 grados en su trato con la oposición. "Deseo fervientemente que el Presidente provoque un giro, que primero consolide su relación con el partido justicialista, que no se pierda más tiempo en internismo, porque el tiempo en un país como el nuestro significa vidas de gente que es asesinada por el descontrol de la delincuencia, significa chicos desnutridos que no tienen chance de recibir una buena educación ni tener un futuro, o sea que el tiempo en nuestro caso es algo muy importante. Con lo cual él tiene que consolidar rápidamente su relación con el PJ, buscar a los mejores, más los transversales que quiera convocar y realmente hacer un equipo de gobierno que tenga adicionalmente energía y capacidades que no pasen todas por el Presidente. Porque no existe un gobierno en donde todo debe pasar por el Presidente, tiene que haber ministros con autonomía que lleven adelante un programa como el que necesita la Argentina. Espero realmente que hagan este giro y vayan en búsqueda de los consensos, de las políticas de Estado, algo en lo que nosotros vamos a colaborar. Estoy convencido que si al Presidente le va bien, a todos nos va a ir mejor", finalizó su interpretación el presidente de Boca Juniors.
Al justificar sus encuentros con diversos sectores del peronismo y en especial sus charlas con Eduardo Duhalde, el empresario se defendió asegurando que él mantiene un buen diálogo con políticos de diversas extracciones y que una foto no puede eneojar al Gobierno Nacional. "Algunos dicen que esto me perjudica porque el gobierno se enoja con estas fotos. En cambio, yo las enmarco en la forma en que he iniciado mi acción en la política, sin prejuicios, sin etiquetas, tratando de juntarme con la mayor cantidad de gente. Hace poco me encontré con cinco gobernadores y quince intendentes en lo que va del año y lo que yo siento, porque creo honestamente en una Argentina de consenso, creo que hay que sumar horizontalmente a todos aquellos que tienen algún compromiso con la austeridad, con la gestión, con la modernidad.. Creo además, que hay una gran mezcla de ideologías, de discapacidades entre los partidos tradicionales y los no tradicionales. Yo voy a seguir en ese lugar, sin buscar echar a nadie sino buscando romper esos prejuicios y encontrar cuales son los puntos comunes en una agenda que podríamos acordar en un punto principal como es la generación de empleo", concluyó el líder de Compromiso para el Cambio.