Posse insiste y no se baja. Después de sorportar varias semanas en las que desde el massismo y el Pro dejaban trascender rumores en los que lo apuntaban como otro más que renuncia a una candidatura, el intendente de San Isidrio dio el contragolpe.
“No voy con boleta corta, tengo voluntad de ir a las PASO en las boletas de Macri y de Sanz”, señaló hoy para desmentir lo que habían publicado algunos portales y anunciar un giro en su estrategia.
Por que hasta ahora, Posse pugnaba con el vidalismo por ir ‘colgado’ de la boleta de Macri en las PASO, pero el entorno de la precandidata oficial del Pro, María Eugenia Vidal, querían evitarlo. También lo esmerilan otros referentes del Pro bonaerense, como Jorge Macri y Guillermo Montenegro.
En lo que parece un calibrado gesto para bajar la tensión, Posse acepta ir “también” con la boleta del presidenciable de la UCR, además de la de Macri. Fuera de micrófono, el intendente le dijo a los suyos que la propia Vidal “va a terminar también estando en la boleta de Sanz porque te puede agregar 4 o 5 puntos nada despreciables”.
Para Posse, el acuerdo votado por la Convención Nacional de la UCR se permite que los postulantes a gobernador “vayan en boletas de más de un presidenciable”, algo que sería similar a lo planteado por la quincena de intendentes radicales de la Provincia (todos con voluntad de ir en la boleta amarilla).
A través de un comunicado, Posse insistió además en que “el Frente Para la Victoria está fuerte en la Provincia de Buenos Aires” y llamó a no subestimar el crecimiento del oficialismo.
“Para ello tenemos que lograr que, como en Mendoza y Santa Fe, la oposición se una en un acuerdo programático que garantice no sólo tener una oferta competitiva, sino la posibilidad cierta de fiscalización en un territorio tan vasto y complicado como la Provincia de Buenos Aires. “Si pedimos el voto, pero no garantizamos su custodia, defraudamos al electorado”, concluyó Posse.