El miércoles 29 de abril a las 20:30, un destacado panel presentará el libro “Economía Callejera”, que recopila las columnas que el fallecido economista Iván Heyn publicó en el sumplemento del diario Tiempo Argentino, “Ni a palos”.
El evento se producirá en la sala José Hernández del Pabellón Rojo de la Feria del Libro, a manos de unequipo de primer nivel, que estará conformado por el ministro de Economía, Axel Kicillof; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde; el secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque; el periodista Alfredo Zaiat -además prologuista del libro- y el director de Ni a Palos, Federico Scigliano, coordinados por el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez.
Un heterodoxo que murió demasiado joven
Nacido en 1977, Heyn perteneció a una generación que desarrolló su militancia política en los ´90, cuando casi todos los jóvenes -incluído él mismo- descreían de la política. En diciembre de 2001, cuando el país estallaba por los aires, Heyn se convirtió inesperadamente en el primer presidente de la Federación Universitaria Argentina que no era de Franja Morada en 18 años.
En ese tiempo, fue el cofundador de la agrupación TNT (Tontos pero No Tanto), que repartía entre los estudiantes de Ciencias Económicas remeras con la leyenda “economista callejero” en las campañas electorales, el antecedente directo del título del libro que está a punto de salir a la venta.
Egresado en 2003 de la UBA, Heyn cursó estudios de posgrado en la Universidad de General Sarmiento, obteniendo en 2006 una Maestría en Economía Industrial y Desarrollo Económico. Cuando Néstor Kirchner llegó al poder, el novel economista ocupó diversos cargos en el gobierno.
Falleció el 20 de diciembre de 2011, mientras asistía a la 42ª Cumbre del Mercosur en su carácter de subsecretario de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales del Ministerio de Economía. Diversas especulaciones que se lanzaron sobre su muerte alimentaron la leyenda en torno a la vida del joven economista heterodoxo -así se definía-, que no llegó a cumplir 35 años.
