En la previa de lo que fue el primer Boca-River del año, el precandidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, prometió que, de ser electo en los comicios de octubre, “el año que viene, el fútbol es con visitantes”. Lo que representó un golpe al gobierno nacional. Más precisamente, al secretario de Seguridad, Sergio Berni, que había puesto en duda el partido que finalmente terminó ganando Boca, a raíz de la posibilidad de que los jefes de “La 12” asistieran a la Bombonera.
En consecuencia, la respuesta del posible compañero de fórmula del director ejecutivo de la ANSES, Diego Bossio, para la gobernación bonaerense, no se hizo esperar. “Primero va a tener que ser presidente”, desafió el funcionario. Y fue más allá, al sostener que, si eso ocurriera, “nos quedamos sin público de por vida”.
“Nosotros trabajamos para que vuelva el público visitante y estamos en condiciones de que el público vuelva en Capital Federal”, pero “somos solidarios con la provincia de Buenos Aires que no tiene la misma realidad que nosotros”, justificó Berni la posición del Gobierno. Y remarcó: “Estamos listos para volver a jugar con visitantes cuando la Provincia lo decida”.
