Tras el reto de la presidenta Cristina Kirchner y el mensaje del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, con respecto a la necesidad de que el kirchnerismo achique su oferta electoral de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 9 de agosto para no dispersar al electorado, ya se han contabilizado dos bajas. La primera, en la carrera presidencial, con la declinación del gobernador enterriano Sergio Urribarri. Y la segunda, con la intempestiva decisión del titular de la ANSES, Diego Bossio, de bajarse de la pelea por la gobernación bonaerense.
Sin embargo, el Frente para la Victoria aún se encuentra lejos de alcanzar el número mágico que anhela la jefa de Estado, y que su ministro coordinador hace trascender a través de sus contactos con la prensa, en materia de candidaturas. Desde el Gobierno consideran que en el plano nacional deben presentarse dos fórmulas competitivas, presumiblemente encabezadas por Daniel Scioli y Florencio Randazzo, y tres para la gobernación bonaerense, que hoy cuenta con una lista de más de diez aspirantes.
La nómina más próxima a consolidar los deseos de Cristina es la de los presidenciables, que lenta pero constantemente va depurándose. Los primeros en darse el “baño de humildad”, antes de que este se les haya solicitado, fueron Julián Domínguez y Aníbal Fernández, quienes pasaron a engrosar la fila de precandidatos a la gobernación. En tanto que, con la renuncia de Urribarri a competir en las PASO, siguen vigentes las candidaturas de Scioli y Randazzo, los “competitivos”, y las de Agustín Rossi y Jorge Taiana, quienes, con menos posibilidades, buscan anclar sus aspiraciones en el electorado K más duro.
Tanto Taiana como Rossi insisten en sostener sus postulaciones, e incluso plantean la necesidad de que haya un debate entre los precandidatos del FPV. Sin embargo, es sabido que el ministro de Defensa es un soldado de Cristina, y si ésta le pidiera un gesto “de humildad”, terminaría desistiendo.
Distinto es el caso del ex canciller, que desde la Legislatura porteña y con el aval de Carta Abierta y el Movimiento Evita, ya ha dado indicios de que lo suyo va en serio. Como cuando llenó el estadio de Ferro el 22 de agosto pasado para lanzarse a la presidencia. O en el momento de cierre de listas en la Ciudad, forzando una fractura del FPV porteño, en complicidad con Aníbal Ibarra y Carlos Heller.
En declaraciones a Noticias Urbanas, fuentes allegadas a Taiana aseguraron que su candidatura “sigue firme”. Y aclararon que su renuncia “no depende de una decisión personal”. Ya que “cuenta con el apoyo de sectores kirchneristas como el Movimiento Evita y de algunos referentes de Carta Abierta”.
Por estas horas, el legislador porteño se encuentra en Doha, Qatar, participando del Foro Mundial contra los Fondos Buitre. Sin embargo, desde su entorno, ante la consulta de NU sobre cómo continuará su campaña ante este panorama plagado de presiones por parte de la Rosada para purgar la pelea por la sucesión de Cristina Kirchner, aseguran que “con mucha militancia”.