Luego de lo ocurrido en La Bombonera durante el superclásico por Copa Libertadores muchos dirigentes de la política y el fútbol quedaron en la mira. El operativo de seguridad en el estadio fue de lo más cuestionado debido a la desprolijidad y lentitud con la que se actuó, sin contar que aún no hay explicación de cómo entraron el gas pimienta, el drone y las bengalas a las tribunas.
Como responsable máximo de las fuerzas, Sergio Berni consideró que el operativo fue “impecable” y apuntó contra Daniel Angelici y la dirigencia de Boca por lo ocurrido. Desde un primer momento el funcionario descartó que un policía haya arrojado el gas y responsabilizó a la AFA y a la Conmebol por tardar tanto en suspender el partido.
En su cuenta de Twitter (@SergioBerniArg), que estaba cerrada al público con el candado pero hoy la habilitó, el secretario de Seguridad publicó una carta sobre lo sucedido, defendiendo su postura y criticando a las entidades relaciones con el mundo fútbol.
Entre otras cosas, insistió con su idea de intervenir la AFA, algo que fue rechazado por el presidente de la entidad, Luis Segura, y hasta por el propio Gobierno, a través de Aníbal Fernández.
La carta completa
A grandes problemas, grandes soluciones… o mentiras “para seguir tirando”.
El ataque con un tóxico contra jugadores de fútbol en cancha de Boca la semana pasada no debe ser tomado a la ligera porque hacerse el distraído puede conducir a fatalidades.
Si no actuamos con rigor sobre las complicidades con los violentos, el costo para todos, aficionados, dirigentes, futbolistas y clubes, va a ser demasiado alto.
Lo que pasó en Boca no fue una picardía infantil. La agresión irresponsable con un químico urticante podría haber terminado en una tragedia que hubiera enlutado al fútbol y al país todo.
Los responsables directos ya fueron identificados y deberán rendir cuenta de sus actos ante la Justicia.
Nosotros no banalizamos los riesgos de este tipo de episodios.
Asumimos nuestro compromiso con acciones concretas y por eso ordenamos los dispositivos de seguridad en la Capital Federal. Terminamos con el fraude de la facturación de servicios de policías que no se presentaban en la cancha y que era uno de los tantos negocios espureos del fútbol.
Promovimos el control biométrico para excluir a los violentos. Integramos a la Gendarmería, la Prefectura y también a la Policía Metropolitana en nuestros procedimientos los días de partido. Desarticulamos redes de complicidades entre policías y barras al disolver la ex División Seguridad en Espectáculos Deportivos de la PFA y además los denunciamos penalmente.
Disponemos cada fin de semana de todos los recursos policiales para mejorar la calidad de la seguridad. Invertimos sumas importantes para modernizar esos servicios.
Hacemos permanentemente nuestra tarea. No le sacamos el cuerpo a la situación, no miramos a un costado.
El jueves pasado, mientras otros especulaban y trataban de “no quedar pegados”, nosotros asumimos la responsabilidad de desalojar el estadio, asegurar el orden público en sus inmediaciones y preservar la vida de los espectadores. Y así fue.
Por eso mismo es imprescindible que dirigentes, fiscales, jueces y gobierno de la ciudad de Buenos Aires, cumplan con lo que les cabe.
Siempre digo lo que pienso.
Cuando expresé mi opinión sobre la intervención de la AFA es porque entiendo que el menosprecio por la seguridad pone en riesgo vidas y esperaba una respuesta de mayor compromiso y acompañamiento por parte de su dirigencia.
Sin embargo, la contestación fue: “si nos intervienen, la Argentina se queda fuera del Mundial”. Es decir, nuevamente la extorsión.
Algo no está bien en el fútbol y la indiferencia es la peor de las opciones.
En todo caso, no es una alternativa para quienes tenemos responsabilidades institucionales.