Como si fuera una pesadilla que no tiene fin, la saga de fugas del Frente Renovador emite un nuevo capítulo cada semana, y a veces, hasta dos o tres. Si el martes se confirmaba la partida del intendente de Pilar, hoy fue el turno del de Merlo, Raúl “Vasco” Othacehé.
Según pudo confirmar Noticias Urbanas, desde bien entrada la mañana el barón de Merlo visitaba la Casa Rosada y mantenía un encuentro con el secretario general de la Presidencia, Wado de Pedro, y con el ministro de Planificación, Julio de Vido, para formalizar su regreso al kirchnerismo.
Después de días de versiones nunca confirmadas, Othacehé elige (o le hacen elegir) el mismo formato que le tocó a Sandro Guzmán o Humberto Zúccaro: oficializar su fuga del massismo con una foto de la reunión con los popes del kirchnerismo (de hecho fuentes cercanas al “Vasco” informaron ayer a Noticias Urbanas que no había definiciones previstas por el momento y que se iban a dar la semana que viene).
La salida de Othacehé es un golpe duro a Sergio Massa. Primero, porque se trata del intendente de un distrito con 370 mil votantes (el segundo más poblado de la Primera Sección) y que tiene un aceitado aparato político (es el barón que lleva más años al frente de una municipalidad).
Segundo, porque Othacehé fue una presa que exhibió Massa hace tan sólo 15 meses, como una muestra de su poder de convocatoria ante un presuntamente devaluado Daniel Scioli. El tigrense afrontó una catarata de críticas por incorporar a un dirigente que podía ser catalogado de muchas cosas menos de “renovador” (críticas que hoy pueden volcarse en contra del kirchnerismo).
En el bastión del massismo, que es la Primera Sección electoral, el FR ya perdió desde marzo a 5 intendentes: Gustavo Posse, Sandro Guzmán, Jesús Cariglino, Humberto Zúccaro y hoy Othacehé. Además, le renunció hace 20 días su único dirigente con fuerte peso territorial en la Tercera Sección, Darío Giustozzi, acompañado por el intendente de Almirante Brown, Daniel Bolettieri.
La agonía del massismo parecería tomar un status irreversible, y no son pocos los que ya comentan por lo bajo que Massa está pidiendo que dejen de irse porque él quiere “negociar el paquete” más sobre el final del cierre de listas, manteniendo una cuota de poder y mayor fuerza para sentarse a hablar con Mauricio Macri o Daniel Scioli.