El jueves pasado, José Eseverri, jefe comunal de Olavarría, mostraba el puñal. Participaba de un acto en su ciudad junto al ministro Florencio Randazzo y le regalaba elogios en una conferencia de prensa conjunta, confirmando los rumores de que si tuviera que elegir, se iría al kirchnerismo de la mano del hombre de Chivilcoy y no de Daniel Scioli.
Cinco días después, Eseverrí clavó el puñal. Se dio a conocer la foto que ya mostraba su pase como un hecho consumado, retratándose con el estratega K, Wado de Pedro, en su despacho de la Casa Rosada, donde ejerce la secretaría general de la Presidencia.
De traje y compartiendo un mate, la foto muestra a un Eseverri sonriente. El Gobierno difundía la foto como un trofeo de caza, el quinto que logra (Sandro Guzmán, Daniel Bolettieri, Humberto Zúccaro, Raúl Othacehé van a la cuenta) en el ya tragicómico mercado persa de compraventa de jefes comunales que se a convertido el Frente Renovador.
Sin embargo, la foto esconde una mentira que desnuda una jugada fría y calculadora de Eseverri que despertó la furia entre sus ex compañeros del FR: la reunión con De Pedro no fue ayer, sino el lunes, según confirmaron a Noticias Urbanas fuentes del kirchnerismo.
“Eseverri y Wado se vieron el lunes por la tarde pero el intendente pidió que se demore unas horas el anuncio para que tenga tiempo de acomodar unas cosas”, explicaron desde la Rosada con un inocultable placer. La visita del barón de Olavarría al Palacio de Gobierno fue confirmada a Noticias Urbanas por otro intendente massista: “José me contó que ese día ya se había reunido con (el jefe de gabinete) Aníbal Fernández”.
En una movida insólita por su osadía, Eseverri se reunió luego de acordar su fuga del massismo con los intendentes del FR y el propio Sergio Massa en la cumbre que mantuvieron el lunes por la noche en Tigre, para analizar los pasos a seguir.
“Juraron lealtad sea como sea a la candidatura presidencial de Massa, todos menos Eseverri, que prácticamente ni habló”, señaló uno de los presentes a Noticias Urbanas, y agregó: “El enojo es doble porque nos hizo comer dos fotos, una con Randazzo y ahora ésta, y además se podría haber ahorrado ir a la reunión de intendentes si ya lo había arreglado”.
Eseverri se convierte en el séptimo intendente en irse del FR en tres meses (además de los fugados al kirchnerismo están Gustavo Posse y Jesús Cariglino). Así, le quedan 17 jefes comunales a Massa, cuando llegó a tener 24.
Pero lo que más sorprende del hombre de Olavarría no fue tanto su partida sino la forma: tras dilapidar en los medios a los fugados, en unos pocos días decidió pegar un portazo con sabor a traición, más teniendo en cuenta su relación de aparente amistad con Massa. Eseverri estuvo con el tigrense en el denominado “Grupo de los 8” intendentes que en 2010 comenzaron a mostrarse críticos de la conducción de Néstor Kirchner y luego fue, junto a Gilberto Alegre (General Villegas) y Gabriel Katopodis (San Martín) uno de sus pilares para dar el salto y conformar un espacio nuevo en 2013.
No son pocas las veces que participantes del submundo de la política bonaerense escucharon palabras de afecto por parte de Eseverri hacia Massa, y autoproclamándose un massista optimista hasta el final. Pero la rudeza de la batalla en la Provincia ya no deja lugar para la amistad.