"No hay plan B al plebiscito", aseguró Aníbal Ibarra en diálogo con NOTICIAS URBANAS. Pero lo cierto es que está seriamente preocupado por el referéndum, y para eso encarga encuestas y más encuestas. Además, le preocupan dos temas: hasta dónde lo apoyará el Gobierno nacional y los dardos del periodista Horacio Verbitzky al corazón de lo que siempre quiso mostrar como capital político: su honestidad en la gestión.
Verbitzky puso en duda esa cualidad, en los últimos días. "Y eso te mata", admitió a esta agencia uno de sus principales colaboradores.
Ibarra quiere saber dónde está parado, y para ello le encargó una medición a la consultora Nak. Según la encuesta, el 63 por ciento de los consultados está favor del impulso del referéndum contra un 31 por ciento en contra. Un 6 por ciento, no responde.
Consultados sobre qué porcentaje firmaría la convocatoria, un 51 por ciento admitió que no lo haría, en tanto que se manifestaron a favor un 45. "Los medios expresan ese 51 por ciento", se quejan, en el entorno del jefe porteño.
Increíblemente (o no), se entusiasman con el 45 por ciento que sí iría a firmar. ¿Por qué? "Porque representan un millón de personas; si, supongamos, hubiera un 70 por ciento de personas no dispuestas a firmar, entonces el plebiscito no tendría posibilidades. Si hay un millón, tenemos que salir a cazar la mitad de esa gente como sea", exageró uno de los comunicadores de Ibarra.
Es que la Justicia necesita 520 mil firmas para habilitar la consulta en la que Ibarra pondrá en juego su cargo, cuestionado después de la tragedia de Cromañón.
Cerca de Ibarra, dicen que terminarán de juntar las firmas en mayo, y que el referéndum podría hacerse en agosto. De todas maneras, siguen más que preocupados por la lentitud del proceso. "No estamos evaluando otro escenario; tampoco el de la consulta no vinculante", confiesan en su entorno.
Sobre este punto, aseguran que, como la consulta popular no es obligatoria (como sí lo es el referéndum de revocatoria de mandato), el efecto relegitimante que busca el jefe porteño no se produciría porque, según calculan, sólo iría a votar el 30 por ciento del padrón.
Así las cosas, Ibarra reza para que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le siga manteniendo su apoyo. "Después nos lo va a cobrar con creces, pero no nos queda otra", palabras mas o menos, eso es lo que circula en su entorno.