El año arranca en marzo

El año arranca en marzo

En un escenario algo adverso, las cruzadas oficialistas serán, entre otras, el endurecimiento de la ley antimotochorros y la prohibición de los trapitos. El papel de la oposición y el peso de los monobloques en un comienzo de 200 proyectos.


Bar Ley Seca, a metros de la Legislatura. Cinco de la tarde del primer lunes gris y gomoso de marzo. Un grupo de mujeres y hombres debate el futuro de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires con preocupación.

?Si nos pasan el tema del subte vamos a tener que conseguir más? Tenemos que insistir en que necesita 31?? ?Juampi, Adriana, Rubén, Claudio, ¿Daniel?… ¿y los otros tres??? ?No sé, los tenemos contados…? Los nombres van y vienen en la mesa de trabajo del bloque Pro, los portadores, legisladores de la Ciudad que son ?afines? al macrismo, forman parte de una tómbola de acción con la que el bloque liderado por Fernando de Andreis (presidente) y otros tantos caciques (Cristian Ritondo, Martín Ocampo, Enzo Pagani, Alejandro García y hasta la propia María Eugenia Vidal) intentará ganar cada batalla legislativa, en un recinto que se le presenta, cuanto menos, adverso.

?Este no es un partido de 90 minutos, es el torneo de la B Nacional: largo, por momentos aburrido, pero con un objetivo final muy ambicioso. En nuestro caso, ese final son las elecciones y eso le pone adrenalina?, declara un legislador Pro de la vieja camada, ante la ?inesperada? presencia de NU en las cercanías de esa mesa de trabajo.

En este torneo largo que se disputará públicamente casi todos los jueves de aquí hasta diciembre y durante todos los demás días lo más escondido posible, el Pro tiene varios proyectos en la gatera que necesitan amplio consenso. Con ese fin, el primer paso para conseguir esas alianzas transitorias, el reparto de comisiones legislativas, ya es punto ganado.

Luego, serán otras las concesiones, ya con formato de proyecto, que el bloque de la mayoría (26 escaños) deberá acompañar si pretende reciprocidad en su agenda legislativa que dejó algunos temas pendientes del año anterior.

El endurecimiento de la ley ?antimotochorros?, por ejemplo, es uno de esos proyectos para los que el Pro necesita un respaldo mayor, ya que la ley vigente, tal como quedó redactada, no satisfizo al Ejecutivo. Quien liderará esa batalla en la Comisión de Seguridad, será el michettista Alejandro García, acompañado claramente por Cristian Ritondo y Sergio Bergman, puntales de ese tema.

El bloque macrista, también en la Comisión de Seguridad y por orden expresa de su líder, deberá ?buscarle la vuelta? al proyecto por el cual se prohíba la actividad de los ?trapitos?, ya que el que sus legisladores consiguieron el año pasado no se parecía en nada al que había enviado a Perú 160, unos meses antes, motivo por el cual fue vetado.

La otra gran cruzada macrista se dará en la Comisión de Planeamiento Urbano, presidida por la joven legisladora Karina Spalla. Deberá lidiar con el tratamiento del nuevo barrio Solares de Santa María, un megaproyecto de la empresa IRSA, que consta de viviendas, oficinas y hasta amarraderos para yates en el predio en el que alguna vez estuvo por instalarse la Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Se trata de una propuesta innovadora, pero de números demasiado importantes como para pasar inadvertida en el recinto. Llega con cambios realizados por el Ejecutivo.

Finalmente, si los tiempos de bonanza lo permiten, el PRO encarará una modificación a la Ley de Ministerios (que permita algunas mudanzas) y una reforma política, como parte del paquete.

La oposición, como suele suceder, está más vinculada con los proyectos que piden informes, protegen el patrimonio o citan a funcionarios. Los 30 legisladores que no pertenecen a la bancada Pro ni forman parte de su arco de aliados más directos llevan a modo de ?mandato divino? la oposición per se de cualquier cosa que presente Pro. Por eso, los bloques individuales que conforman Daniel Amoroso y Claudio Palmeyro jugarán un rol fundamental al momento de inclinar la balanza en las cuestiones más complicadas.

Implosionados los bloques de Proyecto Sur, divididos en siete legisladores de Proyecto Sur y cuatro de Buenos Aires para Todos y el de la Coalición Cívica (tres en la Coalición Cívica y dos en Bases para la Unión) antes de que terminara 2011, queda en manos del interbloque K, comandado por Juan Cabandié, comportarse como aquel que prometía ser y por el cual Juan Carlos ?Canca? Gullo ganó la segunda vicepresidencia de la Legislatura.

Catorce son los legisladores que integran este armado. Sin embargo, los problemas preexistentes dentro del FpV y la alta dosis de divismo de quienes comandan los bloques menores que lo integran (Aníbal Ibarra y Gabriela Cerruti) auguran más de un cortocircuito.

NO SOLO DEL PRO VIVE EL RECINTO

La actividad legislativa 2012 comienza muy cargada para los legisladores de la Ciudad, no sólo por los viejos temas que arrastran, sino por la renovada actividad de los novatos que entraron en diciembre de 2011, que todavía no han tenido una sesión ordinaria en la que mostrar sus garras. Apenas asistieron a un par de reuniones formales e informales de las comisiones, que deberán validar su conformación en la primera sesión del año.

Cerca de 200 proyectos, entre leyes, resoluciones y declaraciones, marcarán el inicio de la actividad parlamentaria. La disputa del subte, la citación a funcionarios, la insistencia con algunas de las normas vetadas, los pedidos de informes, las reformas al espacio público y los pedidos de protección patrimonial son sólo una muestra del variopinto pensar de los representantes porteños.

Durante el verano, fuera del foco público, se dio una de las peleas más jugosas en la Legislatura de la Ciudad: la presidencia de las comisiones ordinarias, especiales y juntas. Con amplia mayoría del bloque Pro en las comisiones más importantes, la oposición logró colarse en las comisiones especiales, aunque no se descarta que participen activamente en todas las demás. Con esa mayoría, lo único que se asegura el bloque oficialista es tratar o trabar los temas que llegan a recinto, pero una vez allí, es otra la mayoría necesaria.

Entre los proyectos de leyes sobresalen una norma de regulación del sistema educativo, una de creación de comedores escolares gratuitos, la de ética en la función pública, de boleta única, de cupo juvenil para cargos parlamentarios y de marco para el empleo público.

En tanto, entre las 56 resoluciones ingresadas por los legisladores, unas 40 son pedidos de informes a la gestión macrista acerca de las situaciones en hospitales porteños, del estado de concesiones otorgadas ?como la del zoológico? o aquellos que indagan sobre el avance de programas sociales, como el de salud mental.

También, los legisladores expresaron su rechazo a las normas vetadas por el Ejecutivo ?que ya son más de 100? y manifestaron insistencia sobre ciertas normas, como la que busca regular la comercialización y distribución de precursores químicos en el ámbito de la Ciudad, entre otros temas.

Además, impulsaron la citación del ministro de Educación, Esteban Bullrich, por las obras de infraestructura escolar y del titular de la cartera de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, para informar sobre las negociaciones referidas al servicio de subte. En ese mismo tema, se planteó una solicitud para la remisión del acuerdo suscripto entre la Nación y la Ciudad por el traspaso del servicio de subtes, al tiempo que se pidió al Ejecutivo por la derogación del decreto que estableció la suba de la tarifa de 1,10 a 2,50 pesos.

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