La vigilia, un año después de la tragedia

La vigilia, un año después de la tragedia

Familiares, amigos y de las víctimas sobrevivientes de la tragedia de Cromañón se reunieron a pasar la noche en el santuario montado a metros del ex boliche, para recordar a sus seres queridos


En las escaleras de la estación de tren Miserere una adolescente lloraba sentada junto a una persona que la consolaba. Ella, la morocha, con flequillo, pollera y zapatillas blancas, con mirada desorbitada y los ojos rojos se lamentaba.

Este viernes 30, desde la mañana temprano, en el llamado santuario, varios periodistas de televisión y de radio tomaban testimonios a familiares o sobrevivientes. Pero también hay otros protagonistas. Aquellos adolescentes con sus remeras de Los Redondos, de Los Piojos o de Jóvenes Pordioseros que desde hace meses mantienen el homenaje a las víctimas.

Las formas de manifestar, además de la concentración en Plaza de Mayo a las 18 y posterior movilización a Plaza Miserere, ya sea el dolor o la solidaridad es a través de una bandera, una frase escrita en una hoja o una pared, con una foto, un rosario, un poster de Ernesto "Che" Guevara, la imagen religiosa de Jesús, un ramo de flores. Se parece mucho al cuarto de un adolescente cualquiera.

El santuario es un lugar distinto al que se mantuvo para la vigilia. Este espacio fue creado en el mes de septiembre por el Organismo Nacional del Estado Nacional de Administración de Bienes del Estado (ONABE). El lugar tiene una puerta de rejas, este viernes siempre abierta. De la mano derecha, hay varias ofrendas floreales y la imagen y los nombres de las víctimas. En una de las paredes hay una cartelera para dejar escritos.

Afuera del santuario había cinco baños químicos, un escenario, algunas carpas, un colchón sobre el que dormía un chico, muchas hileras de asientos, una parilla, una mesa con un termo, yerba junto a tarros de pinturas para pintar banderas; y se armó otro lugar que tiene cientos de fotos con flores, carteles escritos, rosarios por todos lados y muchas zapatillas "Topper".

Desde la decena de colectivos que circulan alrededor de la Plaza Miserere se veían ditintas banderas. "Hospital Ramos Mejía, presente junto a los pibes de Cromañón. Agrupación violeta y blanca", es la leyenda de una bandera blanca de letras celeste que se veía en la esquina de Ecuador y Mitre. "Siempre en nuestro corazón, tus amigos del Joaquín", estaba escrito en un afiche en clara referencia al fallecido Luis Santana, que estudiaba en el profesorado J. V. González y era redactor de las placas del canal informativo Crónica.

Una frase anónima confluye un sentimiento generalizado: "Nadie te va devolver pero nadie te va a quitar el tiempo que estuvimos juntos".

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